Kalanchoe 'Magic Bell'
Nombre común: Campana mágica
El grupo tiene su origen en la isla de Madagascar y pertenecen a la dilatada familia de las Crasuláceas.
Configura robustos tallos de disposición erecta que culminan en una abundante y copiosa floración. Puede alcanzar una altura entre los 60 y 90cm por lo que necesitará de un apoyo proporcionado por una fina vara a la que atar el tallo o los tallos mediante unas agarraderas.
Esto es necesario para que la planta se mantenga erguida y pueda exhibir desahogadamente su original floración. Es precisamente su floración lo que hace vistosa e interesante a esta planta.
Si se expone en una terraza o balcón abierto habrá que alojar la maceta en un portamacetas que sea de un material sólido y con una buena base para contener el ocasional exceso de viento que no pueda tirar la planta.
Las hojas nacen enfrentadas, son grandes y gruesas, suculentas, de color verde brillante, los márgenes son dentados y con un toque de coloración rojiza.
Las flores tienen un aspecto globoso y figura cilíndrica, son de color verde pálido y la base teñida de una tonalidad púrpura, surgen hacia la parte alta del tallo en racimos con una inclinación colgante. Los tallos floridos transmiten a la planta un aire vaporoso y altamente decorativo.
Idónea como planta de interior, es preciso situarla en una zona con mucha claridad, lo más cerca posible de una ventana.
Los riegos deben realizarse de manera regular pero sin excesos en verano, regar cuando el sustrato se perciba seco, en invierno hay que regar con precaución.
Básicamente la clave del éxito de su cultivo reside en acertar con el riego; mantenerla mínimamente húmeda cuando está en flor y menos una vez la haya perdido.
Las manchas en las hojas es un síntoma de ambientes muy húmedos o de un exceso de agua en el sustrato.
Las flores se mantienen en la planta de 6 a 8 semanas, para alargar el periodo de floración es bueno practicar un abonado quincenal durante la misma, con un fertilizante líquido añadido al agua de riego.
Cancelar totalmente el abonado tras la floración.
Hay un buen número de Kalanchoes que por lo general se desechan tras la floración, a causa de que lo que más interesante de la planta son sus flores y, en la siguiente temporada lo hace de modo pobre.
No obstante, no hay razón alguna para no seguir manteniendo la planta para que desarrolle sus lustrosas hojas y las exiguas flores que puedan aparecer.
Para fomentar que el ejemplar florezca de nuevo es positivo que permanezca durante el invierno en lugar fresco y regándolo lo mínimo.
Básicamente la clave del éxito de su cultivo reside en acertar con el riego; mantenerla mínimamente húmeda cuando está en flor y menos una vez la haya perdido.
Las manchas en las hojas es un síntoma de ambientes muy húmedos o de un exceso de agua en el sustrato.
Las flores se mantienen en la planta de 6 a 8 semanas, para alargar el periodo de floración es bueno practicar un abonado quincenal durante la misma, con un fertilizante líquido añadido al agua de riego.
Cancelar totalmente el abonado tras la floración.
Hay un buen número de Kalanchoes que por lo general se desechan tras la floración, a causa de que lo que más interesante de la planta son sus flores y, en la siguiente temporada lo hace de modo pobre.
No obstante, no hay razón alguna para no seguir manteniendo la planta para que desarrolle sus lustrosas hojas y las exiguas flores que puedan aparecer.
Para fomentar que el ejemplar florezca de nuevo es positivo que permanezca durante el invierno en lugar fresco y regándolo lo mínimo.
El proceso de multiplicación es bastante sencillo, basta con utilizar esquejes de tallo, también es fácil mediante hojas sanas que se deben colocar sobre un sustrato con base arenosa y cubrirlas superficialmente.
El sustrato se humedece de modo ligero y se debe mantener en un lugar cálido.
Fuente: Plantas y flores
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