Tomates / Cultivar a partir de semillas

Cómo cultivar tomates a partir de una semilla de tomate





Las plantas de tomate están ampliamente disponibles en cada primavera, pero encontrar opciones de herencia a veces plantea un reto. Si decides cultivar tus propias plantas, siembra las semillas seis semanas antes de que el riesgo de heladas haya pasado, en cuyo punto estarás listo para mover las plantas al exterior. Para tomates cultivados en maceta, tu cronograma de plantación tiene un poco más de flexibilidad, ya que tienes el control sobre la luz y la temperatura, pero los pasos para cultivar semillas serán los mismos.


Necesitarás

Semillas
Plantadores para semillas y plantas
Tierra para macetas
Perlita
Abono
Musgo de turbera
Agua
Película de plástico transparente
Fertilizante


Instrucciones

1-Consigue macetas, bandejas de semillas u otros plantadores limpios para plantar las semillas. Si vas a trasplantar tu siembra en el exterior, usa recipientes de turba. Probablemente dejes tus siembras en los recipientes cuando las traslades, lo que reduce el riesgo de que la raíz se dañe. Antes de plantar semillas en una bandeja usada, esterilízala con un enjuague hecho con nueve partes de agua y una parte de lavandina.

2-Mezcla cantidades iguales de tierra estéril para macetas, abono y turba para hacer un suelo suelto y bien drenado, tal como recomienda la Extensión de la Universidad del Estado de Ohio.

3-Llena tu plantador con la mezcla de tierra, dejando 1/4 pulgada (.635 cm) de espacio entre el borde y la superficie de la tierra. Planta tus semillas a 1/2 pulgada (1.27 cms) de profundidad. El sitio web Canadian Country Woman aconseja que si estás usando bandejas de semillas donde puedes acomodar muchas semillas, colócalas con un espacio de dos o tres pulgadas (5.08 o 7.62 cms) entre sí.

4-Riega la tierra con un suave rocío para evitar sacar las semillas. Cubre el plantador con un trozo de película de plástico transparente. Éste evitará que se evapore el aguay mantendrá el ambiente cálido para las semillas. Humedécelas cuando sea necesario. Las semillas no germinarán si están secas.

5-Coloca el recipiente con las semillas en un lugar cálido. Según el sitio web Canadian Country Woman, las semillas de tomate germinan mejor cuando la temperatura del suelo es de 75 a 90 grados Farenheit (23.9 a 32.2 grados Celsius).

6-Cuando broten las semillas, quita la cubierta de plástico y mueve el plantador a un lugar donde reciba luz solar. La germinación generalmente sucede entre seis y 14 días después de la siembra. La temperatura ideal para que tu siembra prospere es alrededor de 60 grados Farenheit (15.5 grados Celsius) durante el día con una caída de no más de 20 grados Farenheit a la noche.

7-Riega tu siembra regularmente para evitar que las raíces se sequen. Un método de irrigación efectivo es colocar tu plantador en una bandeja grande con agua y dejar que la tierra absorba la humedad por los orificios de drenaje.

8-Deberás transplantar tu siembra de tomate ya que superan su recipiente. Cuando las plantas tengan uno o dos hojas reales, comienza a moverlas a recipientes más grandes. Si las vas a mantener en recipientes, un plantador de 12 pulgadas (30.48 cms) puede ser el último tamaño que necesites.

9-Alimenta tu siembra con una planta comercial de tomate o té de abono durante 10 días para promover la producción de frutas. Mantén tus plantas irrigadas entre cada momento de alimentación.

10-Comienza a cosechar tus plantas de tomate dos semanas antes de transplantarlas al exterior. Deja los plantadores afuera por cada vez más horas durante el día, entrándolas a la tarde. Si las mantienes en recipientes internos, continúa regándolas y alimentándolas hasta el momento de la cosecha.


Fuente: eHow


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