HIERBA AROMÁTICA, EL TOMILLO
Muy extendido por todo el Mediterráneo, el tomillo es una hierba aromática vivaz que sirve para dar sabor a gran cantidad de platos y también cuenta con propiedades muy beneficiosas para nuestra salud. El nombre científico de esta planta es thymus vulgaris y, mientras que su sabor siempre le ha servido para diferenciarse de otras especias habituales en la cocina, el aroma que se desprende de la misma invita a cultivarla en nuestra propia casa.
Las investigaciones científicas han demostrado que la función antiséptica del tomillo puede matar bacterias en 40 segundos. Los egipcios ya lo sabían y, por eso, utilizaban el tomillo para embalsamar sus difuntos. Por su parte, los antiguos griegos quemaban esta hierba como incienso. De ahí la palabra griega thymon, que significa quemar. Los romanos asociaban el tomillo con la fuerza y el coraje y, por ello, los militares tomaban un baño de tomillo antes de partir al campo de batalla. Esa superstición se ha mantenido en pie durante mucho tiempo y, por ejemplo en la Edad Media, las mujeres bordaban tomillo en los emblemas de sus caballeros.
Cómo es
Esta aromática es fácil de encontrar en multitud de caminos, donde crece de forma salvaje en matas. Sus tallos tienen una tonalidad gris y son de aspecto leñoso. Los tallos de los matorrales de tomillo miden unos 30 cm., no obstante, se conocen ejemplares que han llegado a alcanzar los 50 cm. de altura. Sus hojas, pecioladas y lanceoladas, están recubiertas en su envés por un particular vello blancuzco. En cuanto a las flores, señalar que son diminutas y pueden adquirir color blanco, lila o rosa mientras que el cáliz es rojo.
En cuanto a sus componentes, hay que destacar el amplio abanico de elementos activos que la conforman. Desde aminoácidos localizados en la planta tales como la valina o la isoleucina hasta aceites esenciales como el cineol o el timol, este último considerado un potente antirreumático. Las hojas poseen además ácido ascórbico y minerales como el calcio o el magnesio. La planta contribuye asimismo con otros ácidos como el oleico o el plamítico, además de contener hierro
Una planta muy agradecida
Cultivar tomillo es una opción práctica y muy sencilla de disfrutar de una especie aromática en el jardín. Podemos plantar semillas en primavera en todo tipo de suelos o en maceta. Su gran resistencia a la sequía es otra de sus valiosas ventajas, siendo poco exigente con el riego y disfrutando enormemente del sol.
En cuanto al frío, lo aguanta bien pero es importante que no sea abonada con productos que contengan demasiado nitrógeno. Para su reproducción también se acepta la división o el acodo; el mejor momento es la primavera. Si se elige el esqueje, éste es recomendable en la estación estival. Debe podarse anualmente.
El tomillo como especia
La gastronomía incluye el tomillo en la elaboración de purés, guisos con legumbres, verduras, salsas y sopas. También se emplea a la hora de condimentar carnes preparadas a la barbacoa. Igualmente dentro de la casa, el tomillo adopta protagonismo cuando nos servimos de su poderoso aroma para ambientar alguna de las estancias, resultando especialmente útil, al igual que la ajedrea, para combatir los molestos mosquitos del verano colocándola en las ventanas.
También se la valora como una hierba estimulante y fortaleciente, que se recomienda para problemas respiratorios, problemas de circulación o dificultades de digestión. Una infusión de esta hierba suaviza los dolores de cabeza, los estados nerviosos, la tos, la gripe y ayuda al organismo a combatir el acné.
Fuente: plantasddinnova
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