Peperomia Puteolata/ Cuidados e Información


Peperomia puteolata

Otros nombres: Peperomia parallel

Nombre común: Peperomia paralelo
















Las Peperomias tienen un origen sudamericano y pertenecen a la familia de las Piperaceae. Muchas de ellas disfrutan de unas condiciones que las convierte en fantásticas plantas de interior.

La floración de todas las representantes del género son muy similares, casi idénticas en algunos casos; en unas la floración no se da nunca en interior y otras tienen gran facilidad para hacerlo.

En el caso de esta variedad las diminutas flores cubren espigas quebradizas, largas y puntiagudas, de color blanco cremoso.

Dado que la floración no posee ningún atractivo especial, su cultivo se centra únicamente en su ornamental follaje.

La planta no logra un tamaño demasiado dilatado, por otro lado mucho mejor, ya que resulta preferible que mantenga un follaje denso que la hará más atractiva.

Si no se desea que los tallos se disparen en su crecimiento hay que cortar el fragmento más reciente del tallo, de esta forma la planta destina las energías a producir nuevos brotes desde la base.

La Peperomia paralelo posee hojas en un número entre 3 ó 5 que se disponen en espiral alrededor de rojizos tallos rígidos, delgados y frágiles; éstas poseen un tacto consistente, algo ceroso, carentes de brillo y con líneas paralelas a lo largo de la hoja en diversas gamas de verdes.

Las Peperomias pueden permanecer dentro de casa durante todo el año, pero si la climatología lo permite durante el verano se pueden trasladar al exterior si se les ofrece un lugar sombreado y húmedo.

Este grupo no ofrece demasiados problemas en su cultivo, pero por lo general se fracasa en el intento. Esto es debido a que son plantas que requieren de una humedad ambiental elevada, pero no así en el sustrato, es suficiente con mantener el suelo sólo ligeramente húmedo.

El riego es la clave para acertar en su cultivo, si gozan de una buena humedad en su entorno serán capaces de tolerar una pequeña escasez en el sustrato.

Estas plantas al no tener un desarrollo desmesurado no hay que abusar del abonado, durante las estaciones de primavera y verano se deben alimentar cada tres semanas con un fertilizante líquido para planta verdes o de interior. Diluir en el agua de riego la mitad de la dosis recomendad por el fabricante.

No necesitan de podas, si acaso de pinzamientos en los extremos de los tallos que aporten un crecimiento compacto.

















Cuando finalice su periodo activo es bueno limpiarlas de hojas secas y aligerar el sustrato con un tenedor viejo, ya que éste se va apelmazando con cada riego.

El entramado de raíces es fino y reducido por lo que no requieren macetas grandes ni de trasplantes anuales.

Cada tres años se puede realizar el cambio de maceta y de paso dividir a planta para hacerse con nuevos ejemplares.

La división es la fórmula más utilizada para propagarla, además de hacerlo por esquejes que enraízan con bastante facilidad.

Cualquiera de las dos opciones hay que hacerlas al comienzo de la primavera, colocando las plántulas en una zona cálida.
El sustrato que requiere debe ser poroso y bastante ligero, en el que nunca pueda estancarse el agua.


Fuente: Plantas y flores

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