Qué Hacer Cuando Te Sientes Atrapado En Emociones Negativas




Qué hacer cuando te sientes atrapado en emociones negativas


La clave es la “agilidad emocional”: ser menos rígidos y más flexibles con nuestros pensamientos y sentimientos. Todos hemos estado allí: una fuerte emoción como la ira o el miedo nos absorbe y de repente no podemos controlar las cosas que decimos o hacemos, lastimándonos a nosotros mismos y a los que nos rodean.




“Actuamos como juguetes de cuerda, chocando repetidamente contra las mismas paredes, sin darnos cuenta de que puede haber una puerta abierta a nuestra izquierda o a nuestra derecha”, escribe Susan David, psicóloga de la Escuela de Medicina de Harvard, en Emotional Agility: Get Unstuck, Abrazar el cambio, y prosperar en el trabajo y la vida. Las emociones negativas pueden ser pistas de nuestros valores más profundos, y las maneras en que podemos haber salido de la pista. Su libro es una guía de las emociones más difíciles de la vida: no cómo evitarlas, sino cómo aprender a moverse a través de ellas. Si tenemos el coraje de hacer esto, ella argumenta, vamos a cultivar relaciones más profundas y una vida más auténtica.

  • Cuando nos quedamos atrapados, es decir, sostenidos por una sensación particularmente desagradable, hay algunos culpables comunes:
  • La mente de los monos: Hemos entrado en una cascada de arrepentimiento por el pasado, preocupación por el futuro, o juicios sobre nosotros mismos.
  • Ideas antiguas: Estamos repitiendo viejos pensamientos y comportamientos que ya no encajan en la realidad actual, como “Siempre me ahogo en situaciones importantes” o “No soy lo suficientemente bueno para él”.
  • Rectitud: Nuestra necesidad de estar en lo correcto lleva al conflicto con los demás, más que al perdón y al entendimiento.
  • Culpar pensamientos por comportamientos: Debido a que pensamos ciertas cosas, nos sentimos obligados a tomar ciertas acciones, como evitar hablar en público. No podemos reconocer que podríamos elegir un camino diferente.

La manera en que lidiamos con sentimientos negativos a menudo sirve para mantenernos atascados. Algunos de nosotros embotellamos nuestras emociones, tratando de ignorar a ellos. En el proceso, terminamos haciendo hincapié en la gente que nos rodea y puede encontrar esos sentimientos “escapando” de otras maneras: la ira hacia un cajero, por ejemplo, cuando nuestra verdadera ira se dirige hacia otra persona. Finalmente, a veces inspirados por la industria de la autoayuda, muchos de nosotros respondemos a las emociones negativas forzándonos a ser positivos. “Esto no es una gran cosa”, podríamos decir a nosotros mismos, o “debería sentirme agradecido por todo lo que tengo”. Sin embargo, tratar de razonar nuestras emociones negativas y sentirse bien todo el tiempo puede ser perjudicial para nuestra salud mental.



Cómo cultivar agilidad emocional

Para deshacernos, primero debemos reconocer el gancho, es decir, tener cuidado y aceptar nuestros sentimientos. En un estudio, por ejemplo, los investigadores encontraron que los fumadores tenían más éxito en dejar de fumar después de participar en un programa basado en la aceptación, la observación y la separación de sus antojos. Otras investigaciones muestran que las personas con alexitimia, que no pueden expresar sus sentimientos en palabras, tienen una salud mental más deficiente, trabajos y relaciones menos satisfactorias y más dolores y molestias. Y nombrar sus sentimientos no es tan simple como decir “Estoy estresado”, a menudo, subyacentes a estos sentimientos genéricos son más incómodos emociones como la frustración o la desesperanza. El punto de identificar estos sentimientos es no golpearnos a nosotros mismos. De hecho, si queremos hacer mejoras en el futuro, el mejor enfoque es la auto compasión. Con la claridad que trae, podemos intentar comprender lo que los sentimientos nos dicen: lo que podemos aprender acerca de nuestros deseos, fronteras o necesidades.

La agilidad emocional nos prepara para prosperar en la vida. Las emociones negativas pueden ser pistas de nuestros valores más profundos, y las maneras en que podemos haber salido de la pista. La soledad nos recuerda hacer tiempo para nuestras relaciones, por ejemplo, y la ansiedad puede significar que hemos tomado demasiados proyectos. Una vez que hemos identificado estas inconsistencias, podemos hacer pequeñas correcciones de rumbo para que nos orienten en la dirección correcta: establecer una cena semanal con amigos, por ejemplo, o decidir decir no a los compromisos en un futuro próximo.

“La agilidad emocional consiste en elegir cómo responderás a tu sistema de alerta emocional, se trata de relajarte, calmarte y vivir con más intención”.







Fuente: Hoy Aprendí

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