El control de los parásitos y enfermedades es necesario. Las plantas pueden estar aparentemente bien de salud, pero un parásito de este tipo puede acabar con ellas rápidamente. El primero que debemos tener en cuenta son los ácaros. Examina muy cerca si hay ácaros en tu bonsái. Son casi microscópicos, pero son apreciables con lupas de 5 a 10 aumentos. Viven en la cara inferior de las hojas. Por tanto, es allí dónde hay que buscarlos. Gira una hoja y busca telas finas de araña o restos.
Una hoja sana tendrá un aspecto absolutamente limpio, excepto el pelo que tienen ciertas especies. Si ves restos o una telaraña, comienza a buscar los ácaros. Son pequeñas criaturas en forma de araña que ponen huevos minúsculos redondos y traslúcidos. Las arañas rojas son fáciles para ver con la lupa. Son incluso visibles a simple vista para los ojos más cuidados. Los ácaros de dos puntos son más pequeñas, translúcidas (excepto los dos puntos oscurecidos en su espalda) y son incluso difíciles de ver con una lupa de cinco aumentos.
Los ácaros, polillas, pulgones, pulgones lanosos, cochinillas, arañas rojas y casi todos los parásitos potenciales pueden ser controlados si se les detecta a tiempo y se les trata con el insecticida apropiado. Estos insecticidas pueden ser fitotóxicos para ciertas especies y dañar las hojas,. Para estar seguro, inténtalo primero sobre unas hojas. Tratamientos repetidos son necesarios para erradicar las nuevas puestas de huevos.
En la mayoría de los casos, tres tratamientos espaciados de cinco a siete días bastarán. En los casos muy difíciles, deberás recurrir a insecticidas químicos. Sigue siempre escrupulosamente las instrucciones. Los insecticidas sistémicos pueden prevenir los ataques de ciertas especies de insectos, pero debes tener conciencia que vives continuamente en presencia de un producto químico mortal. Esto puede ser importante en particular para las plantas de interior.
Las enfermedades criptogámicas y otras son más difíciles de diagnosticar y erradicar. Sin organismo a identificar (como son los insectos), el diagnóstico se hace más difícil. Las enfermedades de las plantas vienen en la mayoría de los casos por la presencia de un organismo y no por el organismo en sí mismo. Esto ocurre particularmente con las enfermedades criptogámicas.
La mayoría de las enfermedades criptogámicas de las bonsáis son causadas por la creación de un medio ambiente más favorable al organismo y menos favorable para la planta. En esos casos comienza por mejorar el medio ambiente. Si aprecias que las raíces están podridas, aumenta el drenaje del suelo y riega menos a menudo, ponla más al sol, mejora las condiciones de cultivo,... Si aprecias enfermedades criptogámicas sobre las hojas, reduce la humedad, acércala más a luz, intenta mejorar la circulación de aire,... Si esto no funciona, pide ayuda para identificar el problema y así utilizar el fungicida apropiado.
Fuente: Florpedia.com
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