Calathea veitchiana
Nombre común: Calatea pluma
Esta exótica planta se caracteriza por su colorido y llamativo follaje, algo habitual en las especies que pertenecen a la familia de las Marantaceae. Procede de las selvas tropicales y bosques umbríos de Sudamérica y Centroamérica.
Se trata de una planta rizomatosa, de naturaleza perenne, con unas grande y redondeadas hojas de caprichosos dibujos que recuerdan a plumas en diversas tonalidades de verde en su cara anterior y totalmente de color púrpura en su cara posterior.
Es sensato dedicar un tiempo al cuidado del radiante follaje de esta Calatea, al fin y al cabo es lo que la distingue y lo que la hace tremendamente decorativa.
En primer lugar en época de calor es vital humedecer las hojas a diario y escurrir al agua sobrante que queda depositado sobre la superficie, para que no se formen manchas blanquecinas a causa de la cal.
Goza de un espléndido brillo natural que lucirá siempre que se mantengan limpias, no hay necesidad de recurrir a abrillantadores artificiales que acaban siendo más un problema que un buen resultado.
Es preferible limpiarlas cada poco tiempo un algodón empapado en agua tibia (mejor destilada), haciéndolo por ambas caras.
Si las hojas están demasiado sucias en el agua para limpiarlas se puede desleír una pequeña cantidad de gel de baño, aclarándolas y secándolas a continuación.
Hay que ubicarla en una zona de la casa donde no sobrevengan corrientes de aire y disfrute de una buena iluminación, intensa pero suavemente matizada.
En cuanto a la temperatura necesita que sean cálidas todo el año, en verano es bueno que no exceda de los 25º C, a mayor temperatura necesitará un mayor aporte de humedad en su entorno. Estar acompañada de otras plantas le beneficiará por el aporte de humedad que generan entre todas.
El sustrato es bueno que permanezca siempre con una cierta humedad pero sin que llegue a estar encharcado, cosa que perjudica enormemente a las raíces.
Un ambiente seco favorece la aparición de plagas como la araña roja, por eso la humedad tiene que ser constante en todo tiempo.
Durante el periodo de crecimiento debe abonarse cada dos semanas con un fertilizante líquido apropiado para plantas verdes.
Si las temperaturas invernales son cálidas la planta puede continuar desarrollando alguna hoja, que por lo general será más pequeña que las que produce en su tiempo natural; no obstante hay que prescindir del abonado y dejar que descanse en esa etapa.
La reproducción se lleva a cabo mediante la separación de la masa de raíces que porten algunas hojas, cada división se coloca en una maceta con un sustrato con base de turba y se deja en un lugar cálido hasta que genere nuevas raíces.
Fuente: Plantas y flores
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