Estas poderosas hierbas aromáticas no necesitan tierra, te decimos cómo cultivarlas sólo con agua.
Además de ser excelente por sus propiedades medicinales, el tomillo es un ingrediente fundamental para la cocina. Se emplea para condimentar verduras, carnes y pescados. Por ejemplo, un buen plato de lentejas con costilla demanda unas hojitas de tomillo. Debemos colocarla en un recipiente con agua y cortar los tallos más verdes, no los que tienen color marrón.
Ciertamente, sin albahaca no hay salsa al pesto, lo cual sería un ultraje a la larga tradición de las pastas. Para mantenerla con vida en un pomo de cristal en nuestras cocinas solo necesitamos evitar la floración, pues luego de esta etapa la planta muere. Para ello vamos a cortar los esquejes que crezcan con flores.
Conocida como la planta de los diabéticos, la stevia es un edulcorante natural que puedes cultivar en tu cocina. No solo podemos emplearla como una alternativa al azúcar, sino también para infusiones. Solo debemos mantenerla en ambientes cálidos.
La menta también es una planta que se utiliza para preparar salsas pestos. Aunque mi receta preferida con menta son los jitomates confitados, no puedo negar que una pasta acompañada con salsa de menta es deliciosa. Es una planta muy fácil de cultivar, solo debemos sumergir sus raíces en agua.
La verbena es una planta mágica que fue usada por los druidas de La Galia. Conocida por sus propiedades medicinales, tiene fama de haber sido también la planta que cicatrizó las heridas de Jesús, y la que se usó para luchar contra los vampiros. Lo cierto es que le aporta un toque especial y mágico a nuestra sazón. Solo debemos cortar unos tallos y ponerlos en agua, tarda varios días en echar raíces.
El orégano es de esas plantas imprescindibles en nuestra cocina, presente en casi todos los platillos. Aunque tiene un aroma especial para condimentar, también se emplea en tratamientos medicinales. Una rica pizza con orégano, aceite oliva y queso puede ser tu snack del día. Solo corta los tallos y déjalos en agua.
El romero le otorga un sabor distintivo a la sopa de pollo. Es una planta muy fuerte que no se deteriora fácilmente. Debemos cortar sus tallos y ponerlos en agua, aunque tardarán mucho en echar raíces.
Fuente: Perfecto
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