Rhaphidophora Decursiva






Rhaphidophora decursiva


Sinoimia: Philodendron decursiva

Nombre común: Rapidopora - Rafidofora



Esta es una planta de condición perenne, predisposición trepadora y crecimiento pausado. Procede de un área muy extensa que abarca países como China o Ceilán, y pertenece a la familia de las Araceae.

Esta especie se encuentra en estrecha relación con los Philodendrons, comparte con este admirable género una apariencia muy similar, además de compartir la misma familia.

La semejanza en su aspecto ha hecho que se la conozca de manera bastante habitual como philodendron decursiva.

Produce unos tallos tremendamente robustos, cuando crecen se van curvando o retorciendo de tal manera que resulta muy difícil adaptarla a un soporte convencional.

En su hábitat natural se sirve de los troncos de los árboles, a los que se aferra firmemente para medrar.

En su etapa joven puede adecuarse perfectamente para la ornamentación de interior. En este destino requerirá de un rincón amplio y luz abundante, no está de más humedecer de vez en cuando el follaje y en verano diariamente.

En exterior prefiere las situaciones de sombra o de semi-sombra, con un entorno fresco y un sustrato fértil.

Las hojas son de extraordinario tamaño, están profundamente divididas y tienen una cualidad lustrosa muy interesante.

Produce la característica inflorescencia de la familia de las aráceas, compuesta por una espiga o espádice que porta numerosas flores y que está auxiliado por una bráctea o espata de gran tamaño de color amarillo cremoso.

La floración permanece en la mata un largo periodo como es bastante común en en conjunto familiar de las Araceae.

Si la planta se encuentra en un contenedor necesitará de riegos más regulares durante el verano, añadiendo al agua de riego un poco de fertilizante líquido cada dos semanas.

A partir de mediados del otoño hay que dejar de abonar por completo el sustrato, comenzando de nuevo con pequeñas dosis al arrancar la estación primaveral.

Por lo general necesita un cambio anual de maceta, que tenga un buen tamaño y sea resistente, ya que la parte aérea puede resultar muy pesada.




En el momento que el ejemplar adquiera un tamaño demasiado grande hay que asentarla en el jardín, facilitándole un fuerte sostén donde se aseguren los vigorosos tallos, también se puede dejar que los tallos se conduzcan postrados sobre el suelo.

Se propaga por esquejes de tallo, bien sea del extremo o de secciones sin hojas del propio tallo. Se deben mantener en un lugar cálido y darle tiempo a que enraícen, dado que es una acción algo calmosa.





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