Aechmea fasciata
Su nombre genérico Aechmea deriva del griego akme que significa punta, en alusión a los picos rígidos con los que está equipado el cáliz de sus flores. Y fasciata que es epíteto latino que significa “con bandas”.
La Aechmea fasciata es una planta muy popular por su fácil cultivo, rusticidad y su alto valor decorativo. Destacar que aunque es una planta epifita (del griego epi sobre y phyton planta) se refiere a que crece sobre otro vegetal usándolo solamente como soporte, pero que no lo parasita.), en cultivo siempre es tratada como planta terrestre.
Descripción de la Aechmea fasciata
Es una planta perenne cuyas hojas crecen, al igual que el resto de las bromelias, en forma de roseta laxas muy imbricada hasta formar una espiral con un hueco redondo o tubular en la parte central. Estas son más bien largas, algo coriáceas y con forma curva con sus bordes aserrados. Su haz está marcado con rayas en colores grises y verdes. En conjunto, la Aechmea fasciata puede superar ligeramente el medio metro de altura.
Su inflorescencia crece en forma de espiga con brácteas espinosas de color rosa entre las que salen sus verdaderas flores de pequeño tamaño. Esta inflorescencia puede alcanzar una altura de unos 40 centímetros. Cada roseta produce una sola espiga cuando madura.
Este conjunto floral es uno de sus grandes valores ornamentales y no por su belleza… que también, sino por su larga duración ya que puede superar hasta el medio año.
En cambio, sus pequeñas flores azules poseen una vida mucho más corta. Crecen entre el cono de brácteas, primero son de color azul brillante, conforme maduran se tornan rojizas y mueren.
La Aechmea fasciata se compra generalmente en flor. La copa central actúa como un depósito de reserva y nunca debería secarse, pero sí conviene vaciarla periódicamente y volverla a rellenar para que el agua no se corrompa.
Cuidados de la Aechmea fasciata
Estamos, como planta ornamental de interior, ante una especie sumamente rústica y de fácil cultivo. Podemos afirmar que la Aechmea fasciata es una buena opción si no se dispone de mucho tiempo para dedicarle a las plantas.
Se comercializa en maceta o contenedor de entre los 12 y 18 centímetros de diámetro normalmente.
Una vez en el hogar, requiere un ambiente cálido o templado, aireado, fuera de las corrientes de aire y no estar expuesta a pleno sol. Por lo tanto, evitaremos ubicarla cerca de las ventana en las que el sol entre con fuerza.
Es preferible regarlas con agua blanda y a temperatura ambiente. Si esta es procedente de lluvia mucho mejor. Si es potable, deberíamos dejar el cubo con agua reposar al exterior unas 24 horas para favorecer que el cloro de elimine.
La forma de riego es importante. Aconsejamos echar en agua directamente en el cogollo y las axilas de las hojas que es como captan el agua en su hábitat natural. El agua sobrante impregnará el sustrato. También es importante cambiar esta agua un par de veces al mes.
En cuanto a su fertilización no es muy exigente. Debemos de saber que una planta de las denominada ‘trampas de caída’ ya que los insectos (moscas, mosquitos…) pueden caer en estas reservas de agua, y una vez allí mueren, sirviéndole a la planta para obtener proteínas y demás. No es carnívora… pero sí protocarnívora.
Cuando la abonemos, lo haremos con un fertilizante líquido disuelto en el agua de riego, rociándolo sobre sus hojas. El período de abonado más adecuado es durante la primavera, realizándolo cada tres semanas más o menos y hasta finales de verano. Un fertilizante especial para orquídeas es uno de los más recomendados.
Si necesitamos trasplantarla, un sustrato especial para plantas de interior es el adecuado. Si lo queremos fabricar nosotros, lo haremos mezclando:
- Un 50% de turba rubia.
- Un 20% de mantillo.
- Un 20% de corteza de pino de tamaño medio.
- Un 10% de perlita.
- Añadiendo un ligero abonado de fondo.
En cuanto a plagas los pulgones en su escapo floral y las cochinillas (Gymnaspis, Diaspis) y arañas rojas en sus hojas pueden presentarse pero en casos muy excepcionales. En el caso de las arañas rojas si el ambiente es muy seco. Pero estos insectos se combaten fácilmente con los insecticidas o acaricidas específicos. Recordemos que se trata de una planta muy rústica.
¿Qué problemas pueden tener la Aechmea fasciata?
A continuación os informamos de una serie de problemas que se pueden dar en esta planta. Todos ellos derivados de un mal cuidado.
La roseta o tallo floral se pudre.- Puede ser tanto porque la temperatura ambiente sea demasiado baja o porque halla un exceso de riego, sobre todo en invierno.
Aparecen manchas marrones en las hojas.- Suelen ser quemaduras provocadas por la incidencia del sol directo sobre ellas.
Aparece un ataque de arañas rojas.- El ambiente y humedad relativa es demasiado seca. Una solución fácil, además de tratar la plaga si ya ha aparecido, es colocar la maceta sobre una bandeja con guijarros o bolas de arcilla mojados para aumentar así el grado de humedad ambiental.
Se pudre la base de la roseta.- Es por un exceso de agua. Debemos vaciar el ‘embudo’ y dejarlo secar, así como el sustrato antes de iniciar los siguientes riegos.
Tras florecer se secan las hojas.- Sí es posible que la planta muera. Pero podemos multiplicarla extrayendo con raíces los hijuelos que puedan haber salido de la base.
Se pone amarilla y se marchita tras la floración.- No es un problema sino el ciclo natural de su vida. Desgraciadamente llegó a su fin para dar lugar a los nuevos brotes.
Sobre las hojas se crea una fina capa como de cal.- Es un síntoma que al agua que estamos utilizando para riego o rociarla es muy calcárea. Hacerlo con agua de lluvia o mineral baja en cal.
El cultivo la Aechmea fasciata
Comercialmente se suelen reproducir por semillas en viveros especializados.
La siembra se realiza partiendo de semillas recién recolectadas ya que pierden su poder germinativo rápidamente, en unos meses.
El sustrato para semilleros a base principalmente de turba es esterilizado para evitar enfermedades de raíz y cuello. Durante el proceso de germinación, la temperatura ideal es de unos 25 grados y manteniendo una humedad relativa alta, del orden del 80%.
En estas condiciones el tiempo necesario para la germinación es de 15 a 30 días según la variedad, estado de la semilla, etc.
En estos viveros especializados, con control climático se pueden multiplicar durante todo el año, pero si este control (calefacción), la época más adecuada a comienzos de la primavera.
Cuando las plántulas tienen entre 3 y 6 hojas, se repican pasándolas a maceta, haciendo los oportunos cambios a otras mayores en la medida que la plantas van creciendo.
Aunque estas plantas normalmente no las solemos reproducir en casa, vamos a describir brevemente los métodos utilizados.
Una forma fácil de multiplicación es mediante la separación de vástagos o hijuelos laterales que aparecen en la base de las plantas adultas después de la floración. El momento ideal es en primavera.
Para ello los cortaremos y dejaremos secar las heridas durante un par de días. Posteriormente los plantaremos en un sustrato especial para plantas de interior. Procuraremos que durante este tiempo el sustrato esté ligeramente húmedo, así como el ir rociando ligeramente y de vez en cuando las plantitas para evitar que se deshidraten. La temperatura ambiente ideal es de unos 25 grados.
Una vez enraizados, los trasplantaremos a una maceta mayor con el mismo tipo de sustrato y continuaremos su cultivo como si del mantenimiento anteriormente comentado se tratase. Estos jóvenes retoños pueden florecer al año siguiente o más, mientras que si partimos de semillas, habrá que esperar como mínimo unos cuatro años para ver florecer las nuevas plantas.
Como referencia, la temperatura media ideal de cultivo es 16 grados de mínima y entre 25 y 30 de máximo. En cuanto a la humedad, dependerá de la temperatura ambiental… aumentándola en verano y disminuyéndola en invierno.
Curiosidades de la Aechmea fasciata
Una de las curiosidades que podemos encontrar en los centros de jardinería, floristerías y demás tiendas especializadas es la Aechmea fasciata de colores.
No se trata de nuevas variedades, ni de mutaciones ni nada que tenga que ver con cuestiones genéticas. Simplemente son plantas que se les ha teñido los escapos florales con tientes especiales para ello.
Esta práctica es muy común en determinadas especies ornamentales como por ejemplo con los Crisantemos de flor cortada o como con las Poinsettias blancas que son teñidas de colores fantasía más allá de los rojos, rosas o blancos naturales.
El color de la inflorescencia de la Aechmea fasciata es de un rosado muy característico, resaltado principalmente por sus duras brácteas. Entre ellas y conforme maduran, emergen sus diminutas y sutiles flores de color azulado.
Para conseguir estas llamativas Aechmea fasciata de colores amarillos, azul intenso, rojo eléctrico… simplemente se tintas sus escapos florales con colorantes totalmente inertes e inocuos tanto para las plantas… las personas… como para el medioambiente.
Estos colorantes se aplican por inmersión del escapo floral, cuando este se encuentra en una fase previa a la emisión de sus flores. Una vez impregnadas, se dejan secar y el color aplicado se mantiene durante toda la vida de la inflorescencia.
La Aechmea fasciata es una planta protocarnívora
En cuanto a su fertilización no es muy exigente. Debemos de saber que una planta de las denominada ‘trampas de caída’ ya que los insectos (moscas, mosquitos…) pueden caer en estas reservas de agua, y una vez allí mueren, sirviéndole a la planta para obtener proteínas y demás. No es carnívora… pero sí protocarnívora.
Cómo provocar la floración a la Aechmea fasciata
Si bien la Aechmea fasciata, una vez llegado al adecuado estado adulto florece normalmente en primavera, podemos provocar su floración mediante diferentes técnicas.
Una de ella, en el caso de que nos encontremos fuera de época, es la inducción a la floración en otras épocas del año mediante el aporte de iluminación artificial suplementaria.
Otra técnica de inducción a la floración es mediante el empleo de gas acetileno en agua en el embudo que forma la roseta de hojas. Modernamente se utilizan productos hormonales derivados de la hidracina o del ácido indolacético.
Fuente: Floresyplantas.net
qué buena información!!!!!!
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