¿Cómo cuidar las gardenias?
La gardenia es una planta originaria de China que se encuentra, generalmente, plantada al aire libre y es admirada por su brillante follaje verde intenso y sus flores aromáticas. Estas hermosas plantas se cultivan como arbustos ornamentales en jardines de regiones cálidas y como plantas de interior en zonas frías. Las gardenias son plantas delicadas que requieren de unos cuidados muy particulares, unas condiciones de crecimiento concretas y un mantenimiento constante para desarrollarse fuerte y sana. Muchas personas renuncian a cuidar gardenias debido a la atención que requiere, sin embargo, una vez conozcas las necesidades de una gardenia, encontrarás su cultivo muy gratificante.
Descubre en las diferentes secciones de este artículo cómo cuidar una gardenia y los mejores trucos para conseguir que esta planta crezca sana y vigorosa.
Cuidados generales de la gardenia
A continuación te indicamos cuales son los cuidados generales al cuidar la mayoría de tipos de gardenias, posteriormente y en otras secciones, te indicaremos los cuidados concretos para las gardenias de exterior y las de interior.
¿Qué sustrato es adecuada para una gardenia?
La gardenia requiere de un sustrato ácido que drene bien. Será adecuado un sustrato con pH entre 4,5 y 5,5 tanto si está plantada en maceta como en el suelo. Un buen sustrato para gardenias se puede conseguir mezclando turba y arena y añadir corteza fermentada. Escoge una turba ácida entorno a un pH 5 y baja en sales solubles, ya que la gardenia no tolera bien este componente. También es conveniente añadir material orgánico como la corteza fermentada para que retenga el agua y mantenga la tierra ligeramente húmeda la mayor parte del tiempo.
Las grandes gotas de agua sobre las hojas y flores pueden dañar tu planta al favorecer la aparición de hongos y enfermedades, sin embargo, pulverizar agua con un pulverizador de cabezal muy fino, puede ayudar a hidratar las hojas. La pulverización de agua se debe hacer siempre en la época más calida y siempre con la planta en la sombra para evitar que las hojas se quemen por la acción del sol al evaporar ese agua.
Las gardenias de exterior crecerán mejor si las colocas en un lugar a pleno sol o sol semi-directo, pero en los meses más calurosos requerirá sombra por la tarde. Por contra, las gardenias de interior no toleran bien el sol directo, pero sí que necesitarán estar en una habitación con mucha luz indirecta.
La mejor orientación para cuidar tus gardenias tanto en interior como en exterior es orientación sur. La orientación sur es la adecuada para disponer del máximo de horas de sol al día, sin embargo, debes tener el cuidado de que queden resguardadas del sol directo por la tarde, en el caso de las gardenias de exterior y con luz brillante pero no sol directo en el caso de las gardenias de interior.
La temperatura se considera uno de los aspectos cruciales al cuidar una gardenia. Conseguir una floración exuberante dependerá, en gran medida, de las temperaturas que experimente la gardenia por el día y la noche durante toda la temporada. La temperatura ideal por el día estará entorno a los 30ºC y de 15ºC por la noche. Es recomendable que la planta esté expuesta a temperaturas frías durante la noche entre septiembre y octubre, lo cual asegurará la floración en los meses de invierno.
Las temperaturas altas, estimulan el crecimiento de la planta, lo cual permitirá conseguir plantas grandes en poco tiempo, sin embargo, anulan la aparición de flores. En invierno, debes tener cuidado con las heladas ya que son muy sensibles a las temperaturas por debajo de 0ºC. Si en tu zona hace mucho frío en invierno, deberás trasladar tu gardenia a un invernadero o al interior y volver a trasplantarla cuando la época de heladas haya acabado.
Plantación de una gardenia en el exterior
Como hemos visto en la información general sobre gardenias, la mayoría de variedades de gardenias necesitan una temperatura de unos 30ºC durante el día y de entorno a los 15ºC durante la noche. Una gardenia de exterior necesitará, además, recibir la luz solar directa durante la mañana y permanecer en una zona sombreada pero con luz brillante durante la tarde.
La primera tarea para plantar una gardenia en el exterior será encontrar una zona que pueda asegurar las condiciones de luz necesarias y reciba una aireación suave para evitar la aparición de enfermedades y hongos. El area de crecimiento que necesita una gardenia adulta es aproximadamente de 45 x 45 centímetros.
Una vez escogido el lugar ideal, procederemos a plantar la gardenia siguiendo los siguientes pasos:
- Cava un agujero de dos veces el tamaño del cepellón de la planta y tan profundo como la maceta.
- Añade una cantidad suficiente de sustrato para gardenias que podrás encontrar en tu tienda de jardinería o de una mezcla realizada por ti de turba ácida, con un pH de 5, y arena con material orgánico como corteza fermentada.
- Coloca la gardenia en el agujero, asegurándote de que estará plantada a una profundidad similar que en la maceta.
- Rellena los huecos sobrantes con más sustrato para gardenias y presiona suave pero firmemente la tierra alrededor de la planta para que se asiente.
- Por último, riega bien la planta y asegúrate de que recibe suficiente humedad sobre todo durante la temporada de crecimiento.
Una gardenia recién plantada no necesitará de abono durante las primeras semanas, ya que la tierra que hayamos colocado tendrá suficientes nutrientes para asegurar su crecimiento durante ese periodo y, un exceso de abono podría ser fatal para la planta.
Las gardenias son sensibles a las temperaturas muy frías y pueden morir durante los inviernos severos, por ese motivo, suelen abundar en zonas donde el clima invernal es razonablemente frío o trasladadas al interior o un invernadero en invierno. Si en tu zona los inviernos son demasiado duros y las temperaturas mínimas bajan de los 0ºC deberás moverla a finales de otoño y volverla a plantar en la tierra en primavera. Puedes aprovechar el momento de trasplantarla a una maceta para podar las ramas y las raíces.
En cuanto a la atención gardenia al aire libre, debes tener en cuenta que cuando se cultiva al aire libre, por lo general, prefiere tener sol directo por la mañana y sombra parcial por la tarde. En las épocas más calurosas, puede que tengas que reducir las horas de exposición al sol directo si las temperaturas están por encima de los 30ºC.
El suelo debe mantenerse húmedo pero no encharcado la mayor parte del tiempo y el sustrato debe ser poroso para asegurar el drenaje, con un pH entre 4,5 y 5,5 y con abundante materia orgánica que retendrá la humedad. Riega a menudo cuando notes que la tierra interior empieza a perder humedad y evita que se formen gotas en las hojas para evitar la aparición de hongos y enfermedades.
Si consigues cuidar una gardenia de manera saludable, tendrá fuerzas suficientes para soportar el invierno, y rebrotará con vigor en primavera.
Hay varios trucos que te ayudarán a mejorar la salud y longevidad de tus gardenias de exterior. Una gardenia bien cuidada dará su máximo potencial año tras año como si fuera el primer día.
Asegúrate de podar tu gardenia en los meses de actividad.
Desinfecta las tijeras de podar antes y después de realizar la poda para evitar traspasar enfermedades y hongos de unas plantas a otras.
Añadie mantillo sobre el sustrato para aumentar la retención de humedad. Puedes utilizar agujas de pino, corteza, corteza finamente desmenuzada u otros materiales orgánicos. Crea un revestimiento de uno o dos centímetros de espesor sin que llegue a tocar el tronco de tu gardenia.
Los días cortos de invierno serán los más problemáticos al cuidar una gardenia de interior, especialmente si la gardenia no recibe suficiente humedad. Asegúrate de colocar tus gardenias de interior en una habitación con orientación sur para que reciba la máxima cantidad de horas de luz posibles. Si no dispones de luz suficiente en tu hogar pero no quieres renunciar a cuidar una gardenia, puedes optar por utilizar luz artificial para asegurar a tu planta la luz que necesita. En nuestro artículo ¿Cómo cuidar plantas de interior? encontrarás un apartado en el que hablamos sobre cómo utilizar las luces artificiales para cuidar tus plantas de interior.
Conseguir una alta humedad ambiental es esencial para que tu gardenia interior crezca sana. En nuestro hogar, utilizamos calefactores y chimeneas para calentar nuestro hogar. Los aparatos de calefacción resecan el aire a niveles no aptos para las gardenias.
Existen varias maneras de mantener la humedad ambiental en invierno que harán que tu gardenia sobreviva esa época:
¿Cómo abonar una gardenia?
- Puedes utilizar un pulverizador de cabezal fino para humedecer las hojas de tu planta. Deberás hacer esto todos los días y si el ambiente es demasiado seco, un par de veces cada día.
- También puedes comprar un humidificador que mantendrá una humedad relativa adecuada en todo tu hogar.
- La tercera y última opción consiste en colocar una bandeja de unos 2 centímetros de profundidad con guijarros y/o trozos de maceta rota bajo tu gardenia de interior. Posteriormente debes llegar con 1,5 centímetros de agua la bandeja asegurándote de que el agua no toca la base de la maceta en que está plantada tu gardenia. Este agua se irá evaporando lentamente y mantendrá una humedad adecuada al rededor de tu gardenia de interior.
Al igual que en las gardenias de exterior, las de interior necesitan de un sustrato de turba ácido, poroso para asegurar el drenaje y con suficiente material orgánico que mantendrá la humedad. Debes regar siempre que la temperatura interior de la tierra empiece a perder humedad sin que se lleguen a empapar la planta.
Cuidar una gardenia es un trabajo delicado debido a las exigentes condiciones que necesita para desarrollarse y florecer. Uno de estos cuidados pasa por abonar tu gardenia, tanto de interior como de exterior, periodicamente. Mediante la fertilización de tu gardenia, te aseguras de proporcior los nutrientes necesarios para la planta que la tierra va perdiendo cuando sus raíces los absorben. Con la ayuda de un buen fertilizante, tus gardenias crecerán fuertes y favorecerás una buena floración.
Aunque es recomendable fertilizar tus gardenias, debes saber que son plantas que no necesitan de una tierra demasiado nutrida. Se recomienda utilizar un fertilizante al 20% de nitrógeno, 10% de fósforo y 20% de potasio a 1/3 de la potencia recomendada por el fabricante una vez al mes y durante los méses de crecimiento, es decir, privamera y verano. Debes suspender la fertilización en la época de descanso de la planta, ya que, al estar en inactividad y no absorver los nutrientes, las raíces acabarán dañadas y la planta se marchitará.
Si el suelo pierde acidez, puedes añadir un poco de sulfáto amónico al agua en dos o tres riegos hasta que el pH vuelva a valores en torno a 4,5 y 5,5 de acidez. Además de esto, debes saber que la gardenia es propensa a cloriosis férrica. Puedes solventarlo utilizando quelato de hierro siguiendo las instrucciones del fabricante.
La poda de tus plantas es una de las piezas claves al cuidar una gardenia si quieres que esta crezca fuerte primavera tras primavera. Una poda adecuada asegurará que tu planta crece con la forma correcta así como potenciará su crecimiento y floración.
Las gardenias deben podarse después de la floración y no deberás tener miedo en utilizar las tijeras de podar con la planta. Es conveniente reducir el volúmen de la planta a 2/3 de su tamaño en la poda fuerte. Siempre procederás a podarla de la siguiente manera:
- Elimina cualquier rama u hoja muerta o dañada.
- Poda los tallos enmarañados o que crecen en direcciones no indicadas.
- Después de esto podrás empezar la poda. Empieza vaciando la zona interior de la gardenia.
- Con el centro controlado, puedes empezar a cortar las zonas laterales y dar forma a la planta.
- Si vas a trasplantar la planta a una maceta para protegerla del invierno, aprovecha para eliminar las raíces muertas e intenta recortarlas a un volúmen adecuado para la maceta.
La flor de la gardenia es un magnífico ejemplar para la vista, por su bonita forma y color blanco, y para el olfato, por su maravilloso y delicado perfume. Desafortunadamente para muchos propietarios de gardenias, se tienen que dar unas condiciones concretas y requiere de unos cuidados minuciosos para conseguir que esta planat florezca. El cuidado, la temperatura y el uso de un fertilizante adecuado es clave para conseguir que tus gardenias florezcan.
Si quieres conseguir que tu gardenia florezca, debes controlar cuatro elementos:
- La humedad del suelo y ambiental
- La luz solar
- La temperatura
- El fertilizante adecuado
Al cuidar una gardenia debes asegurarte de que vas a poder proporcionar la cantidad de humedad necesaria para su desarrollo. Las gardenicas necesitan que el suelo esté la mayor parte del tiempo húmedo pero no encharcado. Además de esto necesitan disponer de una humedad ambiental suficiente para que sus hojas estén convenientemente hidratadas.
Si tu gardenia está plantada en el suelo, puedes aumentar la humedad utilizando un pulverizador de cabezal fino o un aspersor suave apuntando hacia la planta cuando el sol no la golpea directamente, ya que quemaría sus hojas al evaporarse el agua.
En gardenias de interior, puedes optar por pulverizar agua con un cabezal fino o por colocar una bandeja con guijarros y un dedo de agua bajo la maceta. El agua de la maceta al evaporarse aumentará la humedad alrededor de la planta.
En ambos casos debes evitar que se formen grandes gotas en las hojas, ya que esto favorecerá la aparición de hongos y enfermedades.
Al cuidar tu gardenia también deberás asegurarte de que la planta recibe suficiente luz solar directa e indirecta. La gardenia de exterior necesita estar en un lugar en el que recibe sol directo durante la mañana y luz brillante, sin sol directo, durante la tarde. Esto deberá ser así siempre y cuando la temperatura no supere los 35ºC cuando la planta está a pleno sol.
Las gardenias de interior necesitan mucha luz, pero siempre sin sol directo. Debes ubicar la planta en una habitación orientada al sur, así aseguraras que recibirá luz la mayor parte de horas del día.
La temperatura
Este es, quizá, el punto más complicado al cuidar una gardenia. La temperatura óptima para que una gardenia florezca de manera exuberante es de 30ºC durante el día y unos 15ºC durante la noche. En invierno debes procurar unas temperaturas frías, lo que potenciará el crecimiento de flores en la primavera, pero evitar siempre las heladas. Si en tu zona hiela en invierno, deberás trasladar la planta a un invernadero o al interior durante la época de las heladas y volverla a la tierra para la primavera.
El fertilizante adecuado
La gardenia necesita, como cualquier otra planta, que el suelo contenga una serie de nutrientes, sin embargo, no necesita de un suelo demasiado rico en ellos. Se debe fertilizar las plantas con un abono equilibrado 20-10-20 a un tercio de la potencia indicada por el fabricante una vez al mes. Esto será así en los meses de crecimiento, es decir, primavera y verano. En invierno se debe suspender por completo el abono de tus gardenias.
Debes controlar también, el pH de la tierra. El pH deberá estar siempre entre 4,5 y 5,5 de ácidez y si ves que el pH sube, puedes aplicar un poco de sulfáto amónico al agua en dos o tres riegos hasta que el pH vuelva a esos valores.
Fuente: Como-Cuidar
Muy interesante, he tenido ocasión de tener en 3 oportunidades esta hermoza flor, pero lamentablemente, no duraban y morían...mw dijeron que le hechara jugo de limones en el agua, justamente que su caracteristica es de esa situación de alimentarse de agua acida...hice tal cual, incluso más cuidados con la luz y humedad.y no me resulto...en que habré fallado?...muy agradecida..Lima-Perú
ResponderBorrarGran artículo para quienes estamos iniciando con el blog de jardinería... Un saludo grande!
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