Cómo cultivar un suministro “interminable” de ajo en tu casa
El ajo es un alimento que utilizamos con muchos fines, en la cocina y también a nivel medicinal. Esta hortaliza es una de esas que no pueden faltar en la despensa, ya que es el complemento ideal de muchas recetas y también es uno de los mejores aliados para la salud y la prevención de múltiples enfermedades. ¿Sabías que puedes cultivar ajo en el interior de tu casa?
Al igual que muchas otras hortalizas, el ajo es muy fácil de cultivar en macetas y lo único que necesitas es mucha paciencia y saber elegir la variedad de ajo que deseas plantar. Una vez lo hagas, debes escoger una buena maceta, teniendo en cuenta que las raíces de esta planta son profundas, por lo que esta debe tener, por lo menos, 20 centímetros de alto.
Cultivar tus propias hierbas y especias en casa es una gran idea, ya que estarás segura de que son de origen orgánico y de que no han sido sometidas a ningún tipo de pesticida. Además, es una forma de tener un suministro interminable de la planta, de modo que cada vez que necesites podrás tenerla siempre a la mano.
El cultivo de ajo en casa es realmente especial ya que, además de ser muy fácil, te dará como resultado ese alimento que es tan saludable para el organismo. El ajo es rico en sustancias nitrogenadas, sodio, potasio, selenio, calcio, magnesio, silicio, sulfuro de hidrógeno, ácido fosfórico, vitaminas C, D, B, fitosteroles y aceites esenciales. Además, contiene alicina, que se obtiene cuando el ajo es triturado o molido antes de comer. Cabe resaltar que estas bondades del ajo se pueden aprovechar al máximo, siempre y cuando se consuma crudo. Se estima que, al cocinarse, el ajo puede perder hasta el 90% de sus propiedades.
Beneficios del ajo
¿Cómo sembrar ajo en casa?- Ayuda a mejorar la circulación sanguínea.
- Previenen la hipertensión arterial.
- Reduce el colesterol malo.
- Combate la retención de líquidos.
- Favorece la digestión.
- Ayuda a combatir las bacterias.
- Ayuda a limpiar y desintoxicar el cuerpo.
- Es un alimento diurético que puede ayudar a combatir problemas como el reumatismo, la gota, la obesidad o la artritis, entre otros.
- Es un desinfectante para la piel; ayuda a aliviar quemaduras, heridas, llagas, además de esas molestas verrugas.
- Previene infecciones y enfermedades.
- Tiene propiedades anticancerígenas que podrían ayudar en casos de cáncer de estómago, de colon, de hígado o de seno, entre otros.
- Es un antibiótico natural.
- Ayuda a combatir hongos.
- 1 cabeza de ajo.
- 1 maceta de 20 centímetros de profundidad.
- Tierra para macetas.
- Elige una cabeza de ajo de la variedad que prefieras y separa los dientes, dejando su cáscara intacta.
- Por otro lado, elige una maceta de 20 centímetros de profundidad y trata de que tenga un drenaje de agua en la parte inferior, para que pueda eliminar el líquido restante cada vez que la riegues. Llena la maceta con suficiente tierra y procura dejar, al menos, un centímetro antes del borde.
- Posteriormente, coloca los dientes de ajo en la maceta, de modo que queden enterrados, por lo menos, a 10 centímetros de profundidad y con la parte puntiaguda apuntando hacia arriba.
- En la maceta puedes poner más de un diente de ajo, siempre y cuando queden separados mínimo a 8 centímetros de distancia.
- Finalmente, coloca el recipiente en un área de tu casa donde le dé la luz directa del sol, por lo menos, 8 horas diarias.
Evita regar en exceso tu planta de ajos, ya que demasiada agua puede pudrir el diente de ajo que ha plantado.
La cosecha de ajo puede tardar entre 8 y 10 meses, justo cuando las hojas exteriores empiezan a adquirir un color marrón. Cuando esto ocurra, puedes desenterrar tu ajo, ponerlo en un lugar fresco y seco durante una semana y listo: ya tienes una cabeza de ajo para uso medicinal y culinario.
Fuente: Mejor con Salud
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