El Riego De Un Bonsái (I)





El riego de un bonsái (I)


bonsái


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De todas las técnicas de cultivo, el riego es la más importante. Una tarea que, en principio, es sencilla, no lo es tanto cuando hablamos de un bonsái, puesto que nos encontramos con una planta que depende totalmente de nosotros y que vive en unas condiciones muy concretas, en tiestos muy planos, en piedra o con otros árboles, en forma de bosque, en lajas de pizarra. Todo ello con un denominador común, que es la poca cantidad de tierra utilizada y, por tanto, la rapidez con la que puede llegar a secarse.

No es fácil decir cómo hay que regar, ya que esto dependerá de muchos factores: temperatura ambiente, tipo de suelo empleado, especies cultivadas, época del año, etc. Como norma general se puede afirmar que debemos regar cuando la superficie de la tierra comience a secarse, lo que nos obliga a estar pendientes para evitar una sequedad total del suelo, ya que, de suceder esto, los daños serían irreparables.


Normas básicas

riego de bonsái


La manera adecuada de regar es utilizar una regadera con roseta de agujeros finos y con lanza larga para conseguir una buena presión de agua, simulando la lluvia. Hemos de hacerlo en dos pasadas, de manera que le dé tiempo a la tierra a retener el agua necesaria y a la vez conservar su estructura, siempre comprobando que sale agua por los agujeros de drenaje.

Es fácil entender que no regaremos igual en invierno que en verano, e incluso dependiendo de la latitud en que nos encontremos. Mientras que en invierno es posible que no tengamos que regar más que cada dos o tres días, en verano, y si la situación de nuestros bonsáis es a pleno sol, nos veremos obligados a proceder dos o tres veces al día.

En cualquier caso, lo ideal será la observación del árbol y del suelo para comprobar su estado y, de esta manera, intentar cubrir sus necesidades, aprendiendo en cada momento cuáles son las características de cada especie hasta llegar a un cultivo adecuado. No es lo mismo un pino, un acer o un salix. Cada uno de ellos tiene necesidades distintas que tendremos que intentar satisfacer.

Nunca debemos olvidar que estamos tratando con un ser vivo y, como tal, tendremos que cuidarlo.




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