Lirios a todo color
El lirio toma su nombre de Iris, la antigua diosa griega del arco iris. Desde comienzos de primavera hasta verano los lirios alegrarán el jardín con sus bellos colores.
Antes incluso de que la primavera empiece a dejarse sentir, las pequeñas variedades de lirios bulbosos comienzan a aparecer. Su asombrosa gama de colores, como el azul brillante (Iris histrioides ‘Major’) o el violeta de I. reticulata, sirve para complementar los tonos amarillos del narciso, otra de las plantas favoritas en los jardines.
A medida que transcurre el año, otras variedades aportan color a los macizos y arriates. Del célebre Iris germanicavar. Florentina, con flores blancas con tonos violáceos, se extrae el aromático rizoma de lirio. Es éste uno de los muchos lirios que se cultivan a partir del rizoma, entre los que figuran las variedades estivales más populares, llamados lirios barbados debido a las pequeñas ‘barbas’ que presentan los pétalos exteriores.
Los lirios barbados poseen una espléndida belleza natural y unas flores preciosas, con depósitos cristalinos de savia situados sobre los pétalos que reflejan la luz solar produciendo cientos de arco iris.
Hay lirios barbados de distintas alturas, lo que permite situarlos en planos diferentes de un mismo arriate. Las variedades enanas, como ‘Orchid Flare’, con flores rosas, suelen crecer hasta unos 25 cm de altura; las de tamaño intermedio, como la espectacular variedad ‘Katie-Koo’, entre 40 y 60 cm, mientras que las más altas alcanzan los 90 cm.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario