La melancolía suele se tratada en la actualidad como una enfermedad que puede aliviarse mediante la combinación de terapia y ciertos fármacos. La base de los tratamientos está en el análisis psicológico, para llegar a las causas internas de la melancolía, mientras que los fármacos apuntan a controlar los síntomas físicos que puede generar el trastorno (como malestar estomacal, dolor de cabeza y otros).
Los especialistas consideran que la melancolía, al igual que la tristeza y otras emociones, pasa a ser patológica cuando altera el normal pensamiento del individuo y dificulta su desempeño social. Por ejemplo: se considera normal que una persona se sienta melancólica una tarde y se quede en su casa mirando fotografías viejas; en cambio, si dicha conducta se repite a lo largo de varios días y el sujeto abandona su vida social y sus obligaciones, la melancolía pasa a ser un tipo depresión, y requiere de tratamiento.
En la década del ’90, el movimiento grunge hizo una especie de culto de la melancolía y el desencanto. De hecho, la banda norteamericana Smashing Pumpinks editó un disco titulado “Mellon Collie and the Infinite Sadness” (un juego de palabras que bien puede entenderse como “la melancolía y la tristeza infinita”).
Muchos géneros musicales se apoyan en la melancolía, tal como sucede con una importante porción del repertorio operístico (sobre todo, de origen italiano) y la música pop, por diversos que parezcan a simple vista. No resulta difícil comprender las razones, dado que el arte está en contacto directo con nuestras emociones y mucha gente se apoya en la música para superar momentos difíciles de la vida, tales como la pérdida de un ser querido. En este sentido, sin embargo, una canción de tono melancólico no puede resultar muy beneficiosa para nadie, ya que el incesante lamento ante un hecho irreparable es el potencial comienzo de una depresión.
Cabe resaltar que ambos estados se disparan tras haber perdido a un objeto amado o tras el derrumbamiento de un ideal. Veamos a continuación algunos puntos distintivos de cada caso:
* el duelo se define como la reacción ante la pérdida (que puede o no ser de una persona) y se trata de una situación consciente, que se caracteriza por la constante acerca de la ausencia de dicho objeto amado;
* la melancolía tiene lugar por la falta de aceptación de la pérdida por la resignación ante la falta del objeto amado;
* el duelo consiste en sobreponerse a la pérdida en un período variable de tiempo, tras el cual se consigue deshacerse del malestar y existe la posibilidad de seguir adelante;
* la melancolía distorsiona la situación y convierte la ausencia del ser querido en una cuestión personal, que atenta, entre otras cosas, contra la propia autoestima.
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