Ctenanthe Setosa (Cetenante)





Ctenanthe setosa

Nombre común: Cetenante



Es evidente que esta es una hermosa planta muy decorativa que se cultiva exclusivamente por su hermoso follaje.

En estado salvaje es muy vigorosa, pero cuando se cultiva en contenedores no produce ejemplares muy grandes, por lo general no supera los 60cm.

Es una especie más apropiada para invernaderos que para acondicionarla en interior, no obstante puede llegar a prosperar bien si se le ofrecen las condiciones óptimas.

El hábitat natura de esta especie son las zonas húmedas de Brasil, de donde proceden otras muchas especies de esta familia Marantaceae.

Desarrolla grupos de hojas provistas de largos peciolos, éstas son largamente lanceoladas, la superficie superior es verde oscura, con rayas diagonales, grandes y plateadas que salen del nervio central; la superficie inferior es de color púrpura.

Existen variedades con hojas de dibujos dispares y coloración variada, como sucede con la Ctenanthe setosa 'Grey Star' (en la imagen de abajo puede verse la diferencia).

Los tallos de esta planta son de color púrpura y están cubiertos con una fina capa vellosa.

Requiere una luz tamizada, algo comparable a lo que sucede en su entorno natural donde los vegetales más altos filtran la luz del sol llegando al suelo muy difuminada.

Puede evolucionar en un jardín umbrío no extremadamente húmedo, pero a cambio requerirá que las temperaturas sean muy suaves, incluso algo frescas, regando en profundidad el sustrato, más a menudo en verano y más espaciado en invierno.

En ningún caso se debe dejar que el sustrato se seque por completo ya que estas plantas son amantes de la humedad.

El exceso de calor y la falta de humedad ambiental hace que los bordes de las hojas se llenen de máculas marrones.

Hay que asegurarse de que el agua no se estanque en el fondo del tiesto, lo que podría originar la putrefacción de las raíces.

Desde comienzos de la primavera hasta finales del verano se puede abonar quincenalmente con un fertilizante para plantas de hoja, añadiendo una pequeña cantidad al agua de riego.

No abusar nunca del los fertilizantes, los excesos queman las hojas y puede dañarla muy seriamente; en este apartado es mejor ser un poco tacaño que generoso.



El follaje agradece rociados diarios de agua durante el verano, con agua que haya reposado al menos doce horas para que el cloro se evapore y a la que se le puede añadir unas gotas de limón o vinagre; con todo esto se evitará que las hojas muestren manchas antiestéticas.

La propagación se realiza mediante la división de las raíces que porten unas cuantas hojas.

Esto se lleva a cabo a principios del período vegetativo, manteniendo las divisiones cubiertas para asegurarles que gocen de una humedad constante, aireándolas con frecuencia hasta que estén bien enraizadas.

También surgen brotes laterales que se pueden separar de la planta madre y plantarlos directamente en un buen sustrato.




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