Todo lo que debes saber para cultivar Orquídeas Mariposas
Aspectos esenciales para cultivar orquídeas Mariposas en casa, género Phalaenopsis. Fotografías de algunas variedades de flores en estas plantas.
Las orquídeas mariposas (género Phalaenopsis) son una de las plantas más comercializadas en la actualidad por su alto valor ornamental. El problema está en que muchas personas queremos un ejemplar de estas orquídeas pero no sabemos cómo cuidarlas; a la mayoría de las personas que tienen estas plantas, se les mueren o nunca florecen.
En esta publicación le indicamos los requerimientos esenciales que necesitan estas orquídeas para su óptimo crecimiento y exuberante floración.
Variedad rosada de la flor de una orquídea Mariposa, género Phalaenopsis
Temperatura
Estas orquídeas son oriundas de climas tropicales y están completamente adaptadas a sobrevivir en climas cálidos. El rango de temperaturas ideal para el crecimiento de estas plantas se encuentra entre los 25-28°C durante el día y entre 18-23°C durante la noche. Está actualmente comprobado que un leve descenso en las temperaturas (18-19°C) favorece la aparición de las espigas florales. Muchos cultivadores de Phalaenopsis cultivan estas plantas en invernaderos donde controlan la temperatura; gracias a este control, se pueden obtener floraciones espectaculares y numerosas.
Iluminación
Estas orquídeas no toleran ni el sol directo ni la sombra total. Necesitan crecer en sitios de muy iluminados a algo sombreados. Se recomienda cultivarlas bajo mallas filtradoras de la luz solar con el objetivo de evitar quemaduras en las hojas. La falta de luz puede provocar floraciones defectuosas, crecimiento vertical poco estético de la planta y crecimiento lento o casi nulo del sistema de raíces.
Variedad blanca de la flor de una orquídea Mariposa, género Phalaenopsis
Humedad ambiental
Las orquídeas mariposas necesitan crecer en lugares bastante húmedos (70-80% de humedad relativa) para su óptimo crecimiento. En climas muy secos se recomienda aumentar la humedad de forma manual con máquinas de aspersión que se utilizan frecuentemente en muchos viveros. También se pueden pulverizar las plantas en horas de la mañana y finalizando la tarde. Hay que tener mucho cuidado porque un exceso de humedad y temperaturas altas, pueden provocar la proliferación de muchas bacterias nocivas. El control de la humedad puede llevarse a cabo siempre que el sitio tenga buena circulación del aire.
Riego
Debe regarse cuando el sustrato se encuentre casi seco; el riego debe efectuarse mediante pulverizaciones o aspersiones. El agua recomendada es el agua de lluvia; se debe almacenar el agua de las precipitaciones en envases limpios para evitar la contaminación. El agua para las Phalaenopsis debe ser lo más pura posible. En climas lluviosos es muy fácil almacenar agua de las precipitaciones pero en regiones con períodos grandes de sequía, se debe comprar agua de calidad o almacenar la mayor cantidad posible cuando llueva.
Variedad amarilla de la flor de una orquídea Mariposa, género Phalaenopsis
El sustrato debe estar formado por una mezcla de partículas de diferentes tamaños, es decir, partículas grandes que favorezcan la permeabilidad y partículas un poco más pequeñas para retener el agua durante un tiempo y que permita que esta llegue a todas las regiones del sustrato. Se utiliza mucho la mezcla de fragmentos de cortezas de helechos arborescentes y musgos de turbera (género: Sphagnum); también podemos incorporar pequeños fragmentos de barro para la sujeción de las raíces. Como partículas pequeñas podemos utilizar un poco de polvo de tierra; el exceso de polvo puede provocar que el sustrato se compacte y evite que el agua drene por los agujeros del fondo.
En fin, el sustrato que proporcionaremos a nuestra orquídea debe tener la capacidad de permanecer húmedo durante unos días y después secarse ligeramente, no por completo; el exceso de humedad puede provocar pudriciones ¡CUIDADO! Evitar que la superficie del sustrato se seque demasiado.
Plagas comunes
Las orquídeas Mariposas son muy susceptibles al ataque de numerosas plagas que pueden matarlas en poco tiempo o suprimir la floración y crecimiento. Las más comunes son las babosas, caracoles, ácaros, dípteros, bacterias, virus y hongos.
Variedad matizada de la flor de una orquídea Mariposa, género Phalaenopsis
El hongo más común que ataca a las flores es el mildiu (género Botrytis) y se observa como un conjunto muy compacto de manchas blanquecinas. Este hongo aparece por exceso de la humedad relativa. También pueden aparecer hongos en las raíces si el sustrato permanece húmedo durante mucho tiempo; estos hongos pudrirán las raíces y pueden provocar la muerte de las plantas.
Las enfermedades por virus son poco comunes. Algunas Phalaenopsis pueden infestarse por algunos virus que provocan un crecimiento lento y deforme de la planta. Estos ejemplares deben ser eliminados y quemados para evitar que otras plantas se enfermen.
Los moluscos (babosas y caracoles) pueden devorar las orquídeas en pocas horas; generalmente se alimentan de las regiones más jóvenes de la planta. Se recomienda situar a las orquídeas en lugares donde no logren alcanzarlas y utilizar trampas para eliminarlas de forma manual.
Orquídea Mariposa en maceta con bromelia, género Phalaenopsis
Datos importantes
Se recomienda comprar las plantas en los viveros o puntos de venta con un tamaño bastante grande. La reproducción generalmente se hace por semillas y es un método muy complicado y delicado. Tener cuidado a la hora de manipular las orquídeas si se desea trasplantar a otra maceta porque pueden estropearse con facilidad. La maceta siempre debe tener el tamaño adecuado para que la orquídea se mantenga bien compacta en ella.
Fuente: Naturaleza Tropical
No hay comentarios.:
Publicar un comentario