El Cultivo Del Incienso





El cultivo del incienso





















¿De qué está compuesto realmente el incienso?


Seguramente estaréis de acuerdo en que el Rey Gaspar no le llevó esta planta al niño Jesús. Lo que la mayoría de nosotros conocemos como incienso se refiere a unas resinas aromáticas vegetales sobre las que se añaden algunas veces aceites esenciales. Para su fabricación se utilizan resinas madereras como las de la Boswellia, un género de especies vegetales de las que se cree se utilizaron en los tiempos Bíblicos.



Volviendo al tema de la planta y dejando atrás esta curiosidad, os contamos algunas cosas de interés relacionadas con el cultivo de Plectranthus madagascariensis, el nombre de esta planta.






















Características climatológicas de la planta del incienso

Aunque es considerada prácticamente como una planta de interior, tiene una serie de cuidados, como exponerla a la luz pero evitando que esté en contacto con los rayos solares. En el caso de que se cultive en exterior tenemos que tener esta premisa por encima de todo. Se cultiva a la sombra o abrigo de plantas más grandes.

En cuanto a las temperaturas, las normales que se dan en el interior de casa o en el caso del exterior, temperaturas cálidas de entre 15 y 22º C.



El sustrato y abonado de Plectranthus madagascariensis

El incienso requiere un sustrato con buen contenido en compost. Mezcla tierra con materia orgánica o bien utiliza sustratos de los que vienen en bolsa y se venden en tiendas. Una vez plantada tu futura planta de incienso. Ese compost o estiércol lo tendrás que restablecer periódicamente o comprar un abono líquido que aplicarás según la periodicidad con la que te recomiendo el producto.



El riego del incienso

Cuando cultivamos en maceta podemos controlar de una forma más precisa cuando regamos. El sustrato ha de estar húmedo (ese húmedo el cual introducimos el dedo o un lápiz en la tierra y se nos queda húmedo y con algunos restos pegados) pero no ha de estar encharcado. Regaremos poco a poco hasta que la tierra absorba toda la cantidad de agua y eliminaremos el resto que quede en el plato. Reactivaremos el riego una vez el sustrato se vaya secando. ¡Y no vale con mirar solo el estado de la superficie del sustrato! Ya que puede ser que se encuentre seco (por sequedad ambiental o por exposición a la luz) pero el interior esté húmedo, como suele pasar casi siempre.

















La multiplicación del incienso

Tenemos varias opciones para tener la planta del incienso en nuestra casa. O bien la adquirimos en un establecimiento ya que suelen ser bastante comunes y suelen estar bastante económicas o bien tomar prestado del vecino un esqueje. En primavera cogemos el esqueje y lo situamos en un sustrato mezcla de arena y turba (también sirven los comerciales), a buena temperatura (que no le de frío) y luz.


Poda y rejuvenecimiento.
Si veis que la planta crece demasiado, con tallos muy largos y se hace rastrera podéis podarla en primavera, eliminando las ramas viejas y cortando las jóvenes. ¡No tengáis miedo en cortar que crece bastante rápido!






Fuente: Agromática

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