Babosas
Las babosas se alimentan de los tallos del clavel, de sus hojas, flores, yemas, provocando agujeros en la planta. Existen también unas pequeñas babosas negras que atacan las partes subterráneas de la planta: las raíces y los bulbos.
Una forma de combatir a las babosas es mediante materiales que conservan bien la humedad. Un buen método son las tejas. Con ellas cubriremos una superficie alrededor de la planta y las regaremos por la noche para aumentar la humedad en ellas. Las babosas se sentirán atraídas por ellas y acudirán a ellas. Otra manera es rodeando el suelo de las plantas con ceniza. Y una última solución es mediante un antibabosas.
Una forma de combatir a las babosas es mediante materiales que conservan bien la humedad. Un buen método son las tejas. Con ellas cubriremos una superficie alrededor de la planta y las regaremos por la noche para aumentar la humedad en ellas. Las babosas se sentirán atraídas por ellas y acudirán a ellas. Otra manera es rodeando el suelo de las plantas con ceniza. Y una última solución es mediante un antibabosas.
Pulgones
Estamos hablando de insectos que pueden presentarse de numerosas formas. Pero todos ellos actúan de la misma manera: chupan la sabia de las plantas debilitándolas provocando así la intrusión de otras enfermedades con virus o agallas.
Existen diversas formas de luchar contra ellos: fomentar la implantación de auxiliares como pueden ser mariquitas o pájaros o proceder con tratamientos insecticidas.
Existen diversas formas de luchar contra ellos: fomentar la implantación de auxiliares como pueden ser mariquitas o pájaros o proceder con tratamientos insecticidas.
Nos enfrentamos a un hongo. Por fortuna, es sencillo identificarlo, ya que las plantas que sufren este hongo presentan bultos anaranjados sobre la cara posterior de las hojas y en los tallos. Con el calor estos bultos cambian de color, pasando al negro. El efecto de este hongo es la caída de las hojas infectadas y un marchitamiento y debilitamiento de la planta en general. No sólo ataca a las flores, sino que también se puede presentar en las ramas y los brotes, en forma de manchas rojas.
Existen tratamientos para acabar con este hongo una vez contraído: las hojas afectadas no se curarán, pero evitarás que se propague al resto de la planta. De todas maneras es preferible la prevención. En zonas húmedas o en plantas ya atacadas anteriormente, podemos fumigar periódicamente contra los hongos.
Existen tratamientos para acabar con este hongo una vez contraído: las hojas afectadas no se curarán, pero evitarás que se propague al resto de la planta. De todas maneras es preferible la prevención. En zonas húmedas o en plantas ya atacadas anteriormente, podemos fumigar periódicamente contra los hongos.
Fuente: Florpedia.com
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