Cómo sembrar árboles
Plantar un árbol no consiste solo en cavar un agujero y tirar un árbol dentro. Podrás cultivar un árbol trasplantado o desde la semilla, pero ambos métodos requieren de cuidados especiales. Si quieres que el árbol que vayas a plantar sobreviva y crezca, ve al paso 1 para empezar.
Parte 1 de 2: Empezar
1-Selecciona el momento correcto del año para plantar el árbol. Si lo plantas en el momento equivocado del año, será menos probable que sobreviva y crezca. No lo plantes a fines de primavera o verano, sino el calor estresará a la planta y podría matarla. Claro que todo dependerá del tipo de planta, porque todas tienen necesidades diferentes.[1]
En general, abril y mayo son las mejores épocas para plantar en el hemisferio norte, porque el árbol tendrá todo el verano para crecer y acostumbrarse a su nueva morada. De lo contrario, lo más recomendable será hacerlo en setiembre y octubre, porque el clima tiende a ser más fresco, llueve más y los árboles se preparan para hibernar.
Determinados árboles no se desarrollarán bien si se les planta durante el otoño, por ejemplo, los robles (árboles de nueces) y los abedules. Los árboles en contenedor tienden a desarrollarse mejor si se les planta en otoño que los árboles en arpillera o embalados, porque tienden a sufrir un shock de trasplante en el otoño.
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En general, abril y mayo son las mejores épocas para plantar en el hemisferio norte, porque el árbol tendrá todo el verano para crecer y acostumbrarse a su nueva morada. De lo contrario, lo más recomendable será hacerlo en setiembre y octubre, porque el clima tiende a ser más fresco, llueve más y los árboles se preparan para hibernar.
Determinados árboles no se desarrollarán bien si se les planta durante el otoño, por ejemplo, los robles (árboles de nueces) y los abedules. Los árboles en contenedor tienden a desarrollarse mejor si se les planta en otoño que los árboles en arpillera o embalados, porque tienden a sufrir un shock de trasplante en el otoño.
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2-Averigua si existe alguna ley local con respecto a la excavación del hoyo.Este tipo de leyes tienden a referirse a la excavación de hoyos profundos cerca de los cables de teléfono y de otros tipos (por ejemplo, en las áreas urbanas). Será necesario que te asegurares de conocer la ubicación de estos cables y sistemas antes de excavar.
3-Escoge un árbol adecuado para la región, el clima y el espacio. Los árboles nativos de tu área crecerán bien y así no traerás especies potencialmente invasivas. Será más fácil cuidar un árbol nativo del área.[2]
Infórmate sobre los cultivos de especies nativas en tu área. Si tienes pensado plantar una especie que no sea nativa, considéralo con sumo cuidado y toma en cuenta si será una buena idea, ya que los árboles no nativos podrían ser invasivos y dañar el ecosistema de la región.[3]
Infórmate sobre los cultivos de especies nativas en tu área. Si tienes pensado plantar una especie que no sea nativa, considéralo con sumo cuidado y toma en cuenta si será una buena idea, ya que los árboles no nativos podrían ser invasivos y dañar el ecosistema de la región.[3]
4-Prepara el hoyo. Toma una pala adecuada para excavar un hoyo de 4 a 5 veces el tamaño del cepellón, así entrará y habrá espacio para que las raíces frescas crezcan sin estrés. Esto permitirá que las raíces se adapten con mayor facilidad y empiecen a crecer afuera, en la tierra. No tendrás que cortar la canasta de alambre de la raíz (si la tiene), puesto que las raíces crecerán a través de ella, además evitará que se dañe el cepellón durante el plantado.[4]
Procura cavar el hoyo dejando un “pedestal” pequeño de tierra en el centro de donde estará el árbol. Los bordes del hoyo deberán ser un poco más profundos y deberá quedar un montículo de tierra en el centro, en donde estará el cepellón. Este pedestal evitará que el cepellón esté continuamente sumergido en agua. Todo exceso de agua fluirá naturalmente a las áreas más profundas del hoyo (a los bordes), en donde las raíces se hidratarán cuando sea necesario.
Dejar un pedestal en el centro del hoyo será muy importante, ya que una de las causas más importantes de muerte de los árboles es el “ahogamiento”, es decir, cuando se riega demasiado y el cepellón queda sumergido en un pozo de agua. El punto en donde el árbol salga de la tierra deberá estar un poco más elevado que la tierra alrededor. Un poco más elevado equivale a 0,5 a 1 cm (1/4 a ½ pulgada). Esto evitará que el agua se acumule junto a la base del tronco, lo cual haría que se pudra.
Con la cultivadora, suelta la tierra alrededor del hoyo, así será más fácil que las raíces se esparzan.
Procura cavar el hoyo dejando un “pedestal” pequeño de tierra en el centro de donde estará el árbol. Los bordes del hoyo deberán ser un poco más profundos y deberá quedar un montículo de tierra en el centro, en donde estará el cepellón. Este pedestal evitará que el cepellón esté continuamente sumergido en agua. Todo exceso de agua fluirá naturalmente a las áreas más profundas del hoyo (a los bordes), en donde las raíces se hidratarán cuando sea necesario.
Dejar un pedestal en el centro del hoyo será muy importante, ya que una de las causas más importantes de muerte de los árboles es el “ahogamiento”, es decir, cuando se riega demasiado y el cepellón queda sumergido en un pozo de agua. El punto en donde el árbol salga de la tierra deberá estar un poco más elevado que la tierra alrededor. Un poco más elevado equivale a 0,5 a 1 cm (1/4 a ½ pulgada). Esto evitará que el agua se acumule junto a la base del tronco, lo cual haría que se pudra.
Con la cultivadora, suelta la tierra alrededor del hoyo, así será más fácil que las raíces se esparzan.
5-Prepara el árbol para plantarlo. Deberás hacerlo para asegurarte de plantarlo correctamente y de que sobreviva. El proceso será un poco diferente para un árbol pequeño y para uno grande.
Si es un árbol pequeño, entonces podrías ponerlo de cabeza suavemente para sacarlo de la maceta. También podrías cortar parte del envase de plástico para sacarlo.
Si es un árbol más grande y tiene una red, un forro de arpillera o cuerda, tendrías que cortar el envase con tijeras o un cuchillo afilado. Evita manipular el árbol que no tenga la arpillera. Ponlo en el hoyo, luego corta el envase y la cuerda del tronco del árbol, así quedará la canasta de alambre. La meta será mantener la mayor cantidad de tierra alrededor de las raíces. Por su parte, mover el árbol más veces de las necesarias hará que tenga contacto con el aire, lo cual secará las raíces, incluso el interior del cepellón.
No expongas las raíces del árbol fuera de su envase o arpillera demasiado tiempo, sobre todo al sol y al viento, sino podría secar y dañar las raíces.
Si es un árbol pequeño, entonces podrías ponerlo de cabeza suavemente para sacarlo de la maceta. También podrías cortar parte del envase de plástico para sacarlo.
Si es un árbol más grande y tiene una red, un forro de arpillera o cuerda, tendrías que cortar el envase con tijeras o un cuchillo afilado. Evita manipular el árbol que no tenga la arpillera. Ponlo en el hoyo, luego corta el envase y la cuerda del tronco del árbol, así quedará la canasta de alambre. La meta será mantener la mayor cantidad de tierra alrededor de las raíces. Por su parte, mover el árbol más veces de las necesarias hará que tenga contacto con el aire, lo cual secará las raíces, incluso el interior del cepellón.
No expongas las raíces del árbol fuera de su envase o arpillera demasiado tiempo, sobre todo al sol y al viento, sino podría secar y dañar las raíces.
6-Utiliza una semilla para plantar. Sigue este paso solo si vas a cultivar un árbol desde cero, desde la semilla. Cultivar una semilla implica germinarla, plantarla en el momento apropiado y cuidar muy bien de ella. Este método toma más tiempo que trasplantar un árbol ya crecido en un envase.[5]
Para germinar las semillas tendrás que emplear el método de escarificación, es decir, romper la capa de la semilla y dejar que la hidratación penetre para que el embrión de la planta empiece a germinar. Podrás emplear el proceso de estratificación fría, o sea tendrás que imitar un clima invernal y exponer la semilla a condiciones frías y húmedas.
Cuando las semillas hayan germinado de manera normal, plántalas en un recipiente individual o en una bandeja especial. El tipo de árbol determinará la forma de la semilla, así que sigue las instrucciones según cada una. Cuando hayan germinado, ponlas en un lugar con más luz y asegúrate de que estén bien ventiladas.
Recuerda: las semillas crecerán según el tipo de árbol, así que deberás asegurarte de seguir las instrucciones para cada árbol. Un manzano crecerá de manera distinta a un cerezo o a un pino.
Para germinar las semillas tendrás que emplear el método de escarificación, es decir, romper la capa de la semilla y dejar que la hidratación penetre para que el embrión de la planta empiece a germinar. Podrás emplear el proceso de estratificación fría, o sea tendrás que imitar un clima invernal y exponer la semilla a condiciones frías y húmedas.
Cuando las semillas hayan germinado de manera normal, plántalas en un recipiente individual o en una bandeja especial. El tipo de árbol determinará la forma de la semilla, así que sigue las instrucciones según cada una. Cuando hayan germinado, ponlas en un lugar con más luz y asegúrate de que estén bien ventiladas.
Recuerda: las semillas crecerán según el tipo de árbol, así que deberás asegurarte de seguir las instrucciones para cada árbol. Un manzano crecerá de manera distinta a un cerezo o a un pino.
1-Coloca el árbol en el hoyo con cuidado. Asegúrate de que el hoyo no sea demasiado profundo ni muy superficial. El nivel de tierra de la planta en la maceta deberá coincidir con el nivel del tierra después de rellenar el hoyo. No lo entierres sobre la corona (donde el tallo cambiará a la raíz) ni dejes ninguna raíz expuesta.
Podrás colocar el asa de la pala a través del hoyo de un lado al otro para medir el nivel de la corona, el cual deberá estar al ras con la tierra circundante antes de rellenar el hoyo.
Podrás colocar el asa de la pala a través del hoyo de un lado al otro para medir el nivel de la corona, el cual deberá estar al ras con la tierra circundante antes de rellenar el hoyo.
2-Echa un poco de composta o abono si es necesario. Si la tierra que tienes no es muy rica, si tiene propiedades parecidas al barro o tiene consistencia de polvo o arena, agrega abono o composta, así el árbol tendrá un buen comienzo.
Rellena tres cuartos del hoyo con la tierra existente y otro cuarto con composta o abono.
Resístete a la tentación de usar un fertilizante comercial, porque tienden a saturar el árbol y a “quemarlo”, es decir, será menos probable que se desarrolle de manera óptima a largo plazo. Sin embargo, algo que beneficiará mucho a los árboles jóvenes será un abono orgánico que contenga micorriza, un hongo que aumentará la asimilación de nutrientes de la tierra. También podría contener roca fosfórica, un producto natural que aumenta el crecimiento de la raíz.
Dale mayor atención a los árboles frutales y de nueces. Si vas a plantar un árbol frutal o de nueces, será vital que le eches abono o composta. Rellena dos tercios del hoyo con la tierra existente y un tercio con composta o abono para cada uno.
Rellena tres cuartos del hoyo con la tierra existente y otro cuarto con composta o abono.
Resístete a la tentación de usar un fertilizante comercial, porque tienden a saturar el árbol y a “quemarlo”, es decir, será menos probable que se desarrolle de manera óptima a largo plazo. Sin embargo, algo que beneficiará mucho a los árboles jóvenes será un abono orgánico que contenga micorriza, un hongo que aumentará la asimilación de nutrientes de la tierra. También podría contener roca fosfórica, un producto natural que aumenta el crecimiento de la raíz.
Dale mayor atención a los árboles frutales y de nueces. Si vas a plantar un árbol frutal o de nueces, será vital que le eches abono o composta. Rellena dos tercios del hoyo con la tierra existente y un tercio con composta o abono para cada uno.
3-Riega el árbol recién plantado. Deja que se adapte, rellena la tierra restante y riégalo de nuevo. Esto eliminará las bolsas de aire. Riega 4 litros (1 galón) de agua por cada 15 cm (6 pulgadas) de árbol.
Después de haberlo plantado, vuélvelo a regar después de una hora.
Sigue regando el árbol los primero años a medida que vaya estableciéndose. Dependiendo del clima y de la región, tendrás que regarlo hasta que las raíces se establezcan. Para formar raíces profundas, riégalo bastante. Un chorro largo y lento de agua será más efectivo que echar mucha agua rápidamente. Recuerda, las raíces profundas ayudarán a que el árbol resista sequías y vientos fuertes. Deja que la tierra se seque, al menos un poco, entre riego y riego.
Después de haberlo plantado, vuélvelo a regar después de una hora.
Sigue regando el árbol los primero años a medida que vaya estableciéndose. Dependiendo del clima y de la región, tendrás que regarlo hasta que las raíces se establezcan. Para formar raíces profundas, riégalo bastante. Un chorro largo y lento de agua será más efectivo que echar mucha agua rápidamente. Recuerda, las raíces profundas ayudarán a que el árbol resista sequías y vientos fuertes. Deja que la tierra se seque, al menos un poco, entre riego y riego.
4-¡Échale mantillo! Cubre el hoyo con 3 a 9 cm (1 a 3 pulgadas) de madera noble rallada o mantillo de hojas. Mantén el mantillo de 5 a 9 cm (2 a 3 pulgadas) de distancia del tronco, sino se pudrirá. Tampoco eches mantillo en exceso. Unos cuantos centímetros será suficiente para mantener el agua en el interior y evitar el crecimiento de mala hierba. Echa mantillo en la línea donde gotea el árbol, o sea del mismo ancho de las hojas del árbol.[6]
Si hay una zona de mantillo, recordará a los demás que no deberán pisarla,cortar el césped ni pasaruna podadora muy cerca del árbol.
Si hay una zona de mantillo, recordará a los demás que no deberán pisarla,cortar el césped ni pasaruna podadora muy cerca del árbol.
5-Si es necesario, ponle estacas el primer año. Asegúrate de que las estacas que uses no estén muy ajustadas al tronco, tampoco caves en la corteza ni lo ajustes mucho al árbol. Saca las estacas cuando las raíces se hayan establecido, después del primero año. Las estacas lo protegerán de los vientos fuertes y también podría ser un recordatorio para que los demás no lo pisen.
6-Disfruta el árbol a medida que pasen los años. Aprecia su sombra, su belleza yagradécete por haber agregado otro árbol al mundo. No te arrepentirás y siempre y cuando lo cuides correctamente, ¡crecerá por mucho tiempo!
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Consejos
El presente artículo trata sobre trasplantes de árboles que han sido cultivados en recipientes. También será posible comenzar la mayoría de los árboles desde sus semillas, ya sea en un contenedor o directamente en el suelo.
Si vas a plantar árboles frutales en el jardín de una casa pequeña, síguelos regando semanalmente durante toda su vida. La cosecha dependerá de la irrigación constante. Fertiliza los árboles frutales una vez al mes o según las instrucciones del envase.
La composta se vende en bolsas de 20 kg (40 lb) en la mayoría de viveros, ferreterías y tiendas para jardinería.
Cuando plantes un árbol en contenedor, desenreda sus raíces en el hoyo. Si están muy enredadas, haz cortes verticales, aun así crecerán de nuevo. Será muy importante que las raíces tengan contacto directo con la tierra de inmediato.
Considera la altura y el despliegue del árbol maduro. Un pequeño roble plantado a poca distancia de tu casa podría convertirse en un peligro en 30 años. Plántalo más lejos o escoge un árbol que no crezca tanto.
Cuando compres un árbol, asegúrate de que las hojas estén verdes, que no se caigan.
Te lo repetimos: ¡mantillo, mantillo, mantillo! Cubrir el suelo con 5 a 10 cm (2 a 4 pulgadas) de material orgánico lo mejorará, moderará su temperatura y conservará la humedad. Renuévalo una vez al año.
Riega el árbol una vez a la semana durante el primer año. Riega de 2 a 3 litros (2 a 3 cuartos americanos) por cada 30 cm (1 pie) de altura (unos 3 litros por metro). Es decir, para un árbol de 1,5 m (5 pies), deberás regar de 10 a 14 litros (10 a 15 cuartos americanos) cada semana.
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Consejos
El presente artículo trata sobre trasplantes de árboles que han sido cultivados en recipientes. También será posible comenzar la mayoría de los árboles desde sus semillas, ya sea en un contenedor o directamente en el suelo.
Si vas a plantar árboles frutales en el jardín de una casa pequeña, síguelos regando semanalmente durante toda su vida. La cosecha dependerá de la irrigación constante. Fertiliza los árboles frutales una vez al mes o según las instrucciones del envase.
La composta se vende en bolsas de 20 kg (40 lb) en la mayoría de viveros, ferreterías y tiendas para jardinería.
Cuando plantes un árbol en contenedor, desenreda sus raíces en el hoyo. Si están muy enredadas, haz cortes verticales, aun así crecerán de nuevo. Será muy importante que las raíces tengan contacto directo con la tierra de inmediato.
Considera la altura y el despliegue del árbol maduro. Un pequeño roble plantado a poca distancia de tu casa podría convertirse en un peligro en 30 años. Plántalo más lejos o escoge un árbol que no crezca tanto.
Cuando compres un árbol, asegúrate de que las hojas estén verdes, que no se caigan.
Te lo repetimos: ¡mantillo, mantillo, mantillo! Cubrir el suelo con 5 a 10 cm (2 a 4 pulgadas) de material orgánico lo mejorará, moderará su temperatura y conservará la humedad. Renuévalo una vez al año.
Riega el árbol una vez a la semana durante el primer año. Riega de 2 a 3 litros (2 a 3 cuartos americanos) por cada 30 cm (1 pie) de altura (unos 3 litros por metro). Es decir, para un árbol de 1,5 m (5 pies), deberás regar de 10 a 14 litros (10 a 15 cuartos americanos) cada semana.
Advertencias
No plantes el árbol a demasiada profundidad. Iguala el nivel del árbol en su maceta con el del suelo. El hoyo para plantar no deberá ser más profundo que la altura de la raíz o maceta. Cubrir el tronco con más tierra podría pudrir el árbol.
En los EE.UU., podrás marcar el 811 antes de excavar. Llama al 811 y te comunicarás con las líneas telefónicas de los servicios básicos y al hacerlo podrás prevenir daños, lesiones y multas. Tal vez en otras jurisdicciones haya sistemas similares para proteger los cableados subterráneos. Si cavas y los rompes, podrías ser sujeto a multas en otras jurisdicciones.
No pises ni camines sobre el agujero rellenado, sino podrías compactar demasiado la tierra. El mantillo ayudará a descomprimirla.
No mejores demasiado el relleno de tierra. Si difiere mucho del resto del suelo, las raíces tenderán a quedarse en su lugar. Lo mejor será que las raíces se esparzan hacia afuera.
Cosas que necesitarás
*Pala
*Árbol
*Lugar para plantar el árbol
*Tijeras (opcional)
*Cuchillo (opcional)
*Regadera
*Fertilizante de acción lenta (opcional)
*Palos para medir
*Composta o abono (de venta en bolsas de 20 kg [40 libras] en la mayoría de viveros, tiendas de jardinería y ferreterías)
Fuente: wikiHow
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