ME GUSTA CUANDO LAS PERSONAS TOCAN MI ALMA SIN PEDIR PERMISO
Es posible que identifiques a este tipo de personas en algún familiar, en un amigo o incluso, por qué no, en nuestra pareja. Si es así, si ya cuentas con esa presencia positiva y reconfortante, no la pierdas. Atiéndela, cuídala y déjate envolver por cada uno de sus estímulos positivos.
Estamos seguros que a lo largo de tu vida has conocido personas que quitan más que aportan, que restan más que enriquecen. Es algo habitual y no por ello hemos de frustrarnos o aún menos, darnos por vencidos.
Algo que debemos tener muy en cuenta es que para construir este tipo de relaciones positivas y significativas, es necesario que también nosotros pongamos de nuestra parte.
-Confía. Es posible que te hayan herido bastantes veces a lo largo de tu vida, que la familia te fallara en el instante más necesitado. Ahora bien, no cometas el error de cerrar tu corazón, y vestirlo de amarguras.
-Déjate llevar por tus sentidos. La bondad atrae a la bondad. Si tu esencia es noble, conectarás con alguien con las mismas características, con los mismos valores. Si alguna vez te equivocaste, seguro que ahora ya tienes la lección aprendida y sabes muy bien quién merece estar en tu vida y quien no.
-Aprende: las personas no debemos dejar nunca de aprender, y para hacerlo es necesario ser humilde. Puede que los libros te digan mucho, que la vida te haya enseñado infinidad de cosas… Ahora bien, si hay algo auténtico y enriquecedor, es permitir abrir nuestro corazón a personas que nos pueden enriquecer, traernos otros puntos de vista, trasmitirnos calma y bienestar…
Algo que debemos tener muy en cuenta es que para construir este tipo de relaciones positivas y significativas, es necesario que también nosotros pongamos de nuestra parte.
-Confía. Es posible que te hayan herido bastantes veces a lo largo de tu vida, que la familia te fallara en el instante más necesitado. Ahora bien, no cometas el error de cerrar tu corazón, y vestirlo de amarguras.
-Déjate llevar por tus sentidos. La bondad atrae a la bondad. Si tu esencia es noble, conectarás con alguien con las mismas características, con los mismos valores. Si alguna vez te equivocaste, seguro que ahora ya tienes la lección aprendida y sabes muy bien quién merece estar en tu vida y quien no.
-Aprende: las personas no debemos dejar nunca de aprender, y para hacerlo es necesario ser humilde. Puede que los libros te digan mucho, que la vida te haya enseñado infinidad de cosas… Ahora bien, si hay algo auténtico y enriquecedor, es permitir abrir nuestro corazón a personas que nos pueden enriquecer, traernos otros puntos de vista, trasmitirnos calma y bienestar…
No importa si esas personas que habitan en tu alma ahora mismo son tus padres, tus hermanos, tus amigos o tu pareja. Toda relación significativa y enriquecedora está sustentada por dos raíces que nunca deberían quebrarse: el compromiso y la confianza.
Las relaciones significativas, ésas que nos aportan las personas que sin saber muy bien cómo son guías y huéspedes en nuestro corazón, se diferencian del resto de muy diversas formas. Son pequeños detalles que se intuyen casi desde el primer momento.
-Esa amistad, ese cariño, no se mide por la cantidad de veces que nos vemos a la semana. Ni por los favores que nos hagamos, ni por las confesiones ni por los cafés compartidos. Se mide por la calidad y la complicidad de esos instantes vividos.
-La confianza va más allá de un “tú me das yo te doy”. Es un “estoy aquí para ti”, y con ello ya no hay necesidad de decir más, el cariño y la complicidad está implícita en ambas partes.
Hay personas de esencia verdadera, de sonrisas auténticas que nos enseñan a ser más completos. En ocasiones, todos necesitamos de estos encuentros, porque la vida no es solo un trabajo, comer, coger el coche o comer con la familia.
Vivir es dejarse sorprender y permitirnos lo imprevisto, es dar la entrada a estas relaciones positivas que nos traen vientos nuevos que enriquecen mente y cuerpo, y que casi sin pedir permiso… se van instalando en nuestra alma.
En la vida siempre existirán personas que valgan la pena, seres que dan calor en días oscuros y que te dirán la palabra adecuada en el instante más necesitado. La bondad, como la luz del sol es algo que nunca se extinguirá.
Fuente: Hoy Aprendí
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