En Huerto y en Maceta
El verano se acerca y, si queremos disfrutar de ricas calabazas con el buen tiempo, es el momento de ponernos manos a la obra y sembrar. La calabaza no solo es una hortaliza muy saludable repleta de vitaminas y minerales, sino que además, su cultivo es muy sencillo y cómodo. Por eso, si estáis pensando en cultivar calabazas, tomad nota de los siguientes pasos.
Propiedades y usos de la calabaza
Antes de cultivar calabazas, debemos saber todas las propiedades y usos de esta. La calabaza es una hortaliza rica en vitaminas(A, B, C y D) y minerales (potasio, calcio, hierro…), que ayuda a la visión, la cicatrización y la próstata, y que además, dado su alto contenido en agua, es muy diurética y depurativa. Además, no engorda, ya que su contenido en grasa es muy escaso y ayuda a prevenir el estreñimiento por su efecto laxante.
Dadas todas las propiedades que la calabaza posee y su rico sabor, su uso en la cocina ha sido todo un éxito. Países como México, Chile o EEUU utilizan su fruto en gran variedad de sus platos. En el Mediterráneo tampoco se queda fuera de la gastronomía. España e Italia la tienen muy presente en la cocina y sus semillas pueden utilizarse para la fabricación de aceite.
La calabaza, no solo se utiliza a nivel gastronómico y medicinal, sino que además, es muy común su uso ornamental.
Tierra:
Espacio:
El mayor problema de la calabaza es que requiere de gran espacio para su crecimiento por ser una planta rastrera. Es recomendable por eso para huertos que no sean muy pequeños. Solo se podrán cultivar en maceta algunas variedades de calabaza enana. En este caso, la maceta debe tener un espacio de mínimo 50 cm para el crecimiento de las ramas.
¿Cuándo y dónde cultivarla?
La calabaza es una hortaliza que no soporta el frío. Por eso, los meses de mayo y junio, y la llegada del calor, son una época perfecta para iniciar el cultivo de la calabaza.
Desde finales de mayo hasta mediados de verano se puede cultivar este rico vegetal. Tened en cuenta siempre que depende en la zona en la que viváis las temperaturas cambian. Por eso, si vivís en una cuidad fría, podéis atrasar un poco la siembra, y si vuestra ciudad es cálida y el verano ya se siente en el ambiente, adelantadla.
Los primeros frutos se ven a los tres meses. Por eso, si iniciamos ahora su cultivo, veremos crecer las primeras calabazas antes de que el verano acabe si nuestra variedad es una variedad de verano.
La calabaza no requiere un suelo especial y de mucha calidad. Prefiere suelos sueltos y con un pH recomendado entorno a 6. No es recomendable utilizar compost para su cultivo.
La ubicación será esencial para su crecimiento por lo que debemos asegurarnos de que el lugar es cálido y le da la luz en abundancia.
¿Cómo cultivarlo?
Si se planta una calabaza enana en maceta, lo primero es preparar esta. Tenemos que echar tierra hasta la mitad,esparcir las semillas dentro de la maceta (tres o cuatro semillas), echar un poco de agua y cubrir con más tierra.
Si la plantación se realiza en el huerto, debemos dejar un hueco de unos dos metros en función del tipo de calabaza que sea. El suelo debe estar drenado y ventilado.
El riego será fundamental en el momento de la siembra sobre todo si no llueve nada. La temperatura debe ser de más de 20°C y la exposición directa al sol. Si se cultiva en maceta, tendrá que situarse en la ventana.
El momento del trasplante debe producirse cuando el sol inunde nuestros días y no haya ningún riesgo de bajas temperaturas. Así, en otoño podremos recolectar nuestras estupendas calabazas. Veremos crecer los primeros frutos en unos meses según la variedad que hayamos elegido.
Cuidados
Los cuidados de esta planta son mínimos. Solo bastará con saber que requiere una gran cantidad de agua y un clima cálido.
cortesia: facilisimo.com
Antes de cultivar calabazas, debemos saber todas las propiedades y usos de esta. La calabaza es una hortaliza rica en vitaminas(A, B, C y D) y minerales (potasio, calcio, hierro…), que ayuda a la visión, la cicatrización y la próstata, y que además, dado su alto contenido en agua, es muy diurética y depurativa. Además, no engorda, ya que su contenido en grasa es muy escaso y ayuda a prevenir el estreñimiento por su efecto laxante.
Dadas todas las propiedades que la calabaza posee y su rico sabor, su uso en la cocina ha sido todo un éxito. Países como México, Chile o EEUU utilizan su fruto en gran variedad de sus platos. En el Mediterráneo tampoco se queda fuera de la gastronomía. España e Italia la tienen muy presente en la cocina y sus semillas pueden utilizarse para la fabricación de aceite.
La calabaza, no solo se utiliza a nivel gastronómico y medicinal, sino que además, es muy común su uso ornamental.
¿Qué necesitamos?
Semillas:
Semillas:
Precisamos conseguir semillas de calabaza. En este sentido, será muy importante hacer una buena selección de estas. Podéis obtenerlas vosotros mismos de otras calabazas (seleccionar siempre las del centro del fruto) o comprarlas en vuestra tienda más habitual. Antes de proceder a la siembra, es aconsejable dejarlas en remojo un día antes.
Os recomendamos en esta época la siembra de calabazas de verano que tienen la piel más fina y crecen en un par de meses, o los calabacines.
Os recomendamos en esta época la siembra de calabazas de verano que tienen la piel más fina y crecen en un par de meses, o los calabacines.
Tierra:
La calabaza no es muy exigente en cuanto al terreno. De hecho, crecen en terrenos no tratados sin mayor cuidado. Podéis sembrarla en vuestro huerto en un lugar soleado o comprar tierra para el cultivo en maceta.
Espacio:
El mayor problema de la calabaza es que requiere de gran espacio para su crecimiento por ser una planta rastrera. Es recomendable por eso para huertos que no sean muy pequeños. Solo se podrán cultivar en maceta algunas variedades de calabaza enana. En este caso, la maceta debe tener un espacio de mínimo 50 cm para el crecimiento de las ramas.
¿Cuándo y dónde cultivarla?
La calabaza es una hortaliza que no soporta el frío. Por eso, los meses de mayo y junio, y la llegada del calor, son una época perfecta para iniciar el cultivo de la calabaza.
Desde finales de mayo hasta mediados de verano se puede cultivar este rico vegetal. Tened en cuenta siempre que depende en la zona en la que viváis las temperaturas cambian. Por eso, si vivís en una cuidad fría, podéis atrasar un poco la siembra, y si vuestra ciudad es cálida y el verano ya se siente en el ambiente, adelantadla.
Los primeros frutos se ven a los tres meses. Por eso, si iniciamos ahora su cultivo, veremos crecer las primeras calabazas antes de que el verano acabe si nuestra variedad es una variedad de verano.
La calabaza no requiere un suelo especial y de mucha calidad. Prefiere suelos sueltos y con un pH recomendado entorno a 6. No es recomendable utilizar compost para su cultivo.
La ubicación será esencial para su crecimiento por lo que debemos asegurarnos de que el lugar es cálido y le da la luz en abundancia.
¿Cómo cultivarlo?
Si se planta una calabaza enana en maceta, lo primero es preparar esta. Tenemos que echar tierra hasta la mitad,esparcir las semillas dentro de la maceta (tres o cuatro semillas), echar un poco de agua y cubrir con más tierra.
Si la plantación se realiza en el huerto, debemos dejar un hueco de unos dos metros en función del tipo de calabaza que sea. El suelo debe estar drenado y ventilado.
El riego será fundamental en el momento de la siembra sobre todo si no llueve nada. La temperatura debe ser de más de 20°C y la exposición directa al sol. Si se cultiva en maceta, tendrá que situarse en la ventana.
El momento del trasplante debe producirse cuando el sol inunde nuestros días y no haya ningún riesgo de bajas temperaturas. Así, en otoño podremos recolectar nuestras estupendas calabazas. Veremos crecer los primeros frutos en unos meses según la variedad que hayamos elegido.
Cuidados
Los cuidados de esta planta son mínimos. Solo bastará con saber que requiere una gran cantidad de agua y un clima cálido.
El riego es fundamental para la calabaza. Por eso, durante los primeros 20 días, la regaremos cada tres días. Es importante saber que debemos suspender el riego una semana antes de la cosecha.
Además, necesita un clima cálido y bastante espacio para su crecimiento. La temperatura óptima durante su crecimiento es de entre 15°C y 25°C y debe estar expuestas al sol. Una buena luminosidad ayudará al crecimiento y posterior fruto beneficiosamente.
cortesia: facilisimo.com
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