Kalanchoe Beharensis




Kalanchoe beharensis


Nombre común: Kalanchoe




Nos encontramos ante una extraordinaria planta perteneciente a la extensa familia de las Crasuláceas, que forma matas espaciosas y redondeadas. Casi todos los representantes de esta especie proceden de Madagascar.

Puede alcanzar una considerable altura, si se deja que la planta adquiera su dimensión real supera los 2 m, aunque no resulta difícil mantenerla más pequeña, cortando las puntas de los tallos cada primavera.


Se la cultiva por sus atractivas hojas de gran tamaño de entre 10 y 50 cm de largo, éstas son triangulares, lobuladas, con bordes muy ondulados , carnosas, con una densa pelusilla blanquecina que dan a la planta un aspecto aterciopelado.


Cuando las plantas son jóvenes las hojas muestran mayor cantidad de vellosidad blanca y en el envés unas protuberancias puntiagudas. Las hojas viejas se pliegan hacia dentro en su extremo superior. Con el tiempo va perdiendo las hojas inferiores y el tallo se vuelve leñoso, conservando las cicatrices dejadas por las hojas de las que se va desprendiendo.



Las flores brotan en primavera, en el extremo de largos tallos que sobresalen de modo considerable de la mata, surgen densamente agrupadas en manojos o ramilletes, son de color rosa pálido y con una tonalidad purpúrea en el interior.

Es muy raro que los ejemplares cultivados en interior desarrollen floración, pero si lo hará cuando se cultiva en el exterior siempre que se le facilite un adecuado emplazamiento con una buena iluminación; las plantas que estén bien asentadas soportan perfectamente la exposición permanente al sol, aun cuando éste sea intenso.

Resulta perfecta tanto para cultivarla en un contenedor o suelo de jardín, mantenida en el suelo alcanzará un tamaño mucho mayor. Se riega con abundancia en verano, pero conviene esperar a que el sustrato se seque ligeramente antes de regar de nuevo, en invierno de forma mínima. Soporta bien el frío, pero no las heladas.

Es apta para permanecer durante todo el año en el exterior si la temperatura invernal no baja demasiado, porque aunque tolera el frío, a bajas temperaturas puede perder las hojas.




Es capaz de desarrollarse prácticamente en todo tipo de sustratos, incluso pobres, sin ningún problema.

De la misma manera que el resto del grupo de Kalanchoes, es propensa a la descomposición de hojas y raíces por el exceso de riego o si no disfruta de un buen sustrato que elimine el exceso de agua. Siempre es mejor dejar que el sustrato esté algo seco que con demasía.



Se multiplica con gran facilidad tomando los vástagos que crecen alrededor de la planta madre, cada uno de ellos dará paso en poco tiempo a una hermosa planta. Asimismo, se puede reproducir mediante esquejes durante todo el año, manteniéndolos a una temperatura elevada o en un lugar cálido; también en primavera a través de semillas.



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