Tarta de Queso con Mermelada de Calabaza
Porciones / número de personas: 4 personas
Tiempo de Preparación: 45 minutos
Tiempo de cocción: 10 minutos
Categoría: Postres
Dificultad: Fácil
Introducción
La tarta de queso con mermelada de calabaza está exquisita. Se trata de un pastel muy suave, con un toque dulce muy rico. Una tarta perfecta para cualquier tipo de celebración, ya que tiene una excelente presentación y un punto diferente a cualquier otra. ¡Tienes que probarla!
Ingredientes para preparar Tarta de Queso con Mermelada de Calabaza
200 ml. de nata líquida
Mermelada de calabaza
200 ml. de leche semidesnatada
40 gr. de margarina
Un tercio de tarrina de queso crema tipo Philadelphia
70 gr. de galletas tipo María
Medio sobre de cuajada en polvo
2 cucharadas de azúcar
Cómo Preparar Tarta de Queso con Mermelada de Calabaza
Para hacer una riquísima tarta de queso con mermelada de calabaza lo primero que debemos hacer es triturar las galletas con un robot de cocina o una batidora. Después, le añadimos la margarina, tras haberla derretido previamente durante unos segundos en el microondas.
Removemos bien y forramos la base de un molde de tartas desmontable, previamente engrasada, con la pasta que hemos conseguido. Apretamos un poco con los dedos para que quede más compacta y reservamos en el frigorífico.
Aparte, en un poco de leche echamos la cuajada en polvo y removemos. Reservamos.
Vertemos en una cacerola el resto de la leche y la nata líquida, y la ponemos a fuego medio. Cuando esté a punto de hervir bajamos un poco el fuego y añadimos el queso crema, el azúcar y la cuajada. Removemos bien hasta asegurarnos de que no quedan grumos y vertemos la mezcla sobre la base de galletas. Dejamos enfriar un poco y después terminamos de enfriar en el frigorífico.
Cuando la tarta esté fría echamos por encima cobertura de mermelada, extendiéndola bien por toda la superficie. Si queremos un aspecto más visual podemos triturar la mermelada y añadirle gelatina neutra, previamente hidratada en agua fría. Removemos bien y vertemos sobre la tarta. Después, dejamos en el frigorífico que termine de coger cuerpo. Cuando vayamos a servir, desmoldamos y emplatamos. ¡Deliciosa!
Fuente: Recetario-Cocina.com
Removemos bien y forramos la base de un molde de tartas desmontable, previamente engrasada, con la pasta que hemos conseguido. Apretamos un poco con los dedos para que quede más compacta y reservamos en el frigorífico.
Aparte, en un poco de leche echamos la cuajada en polvo y removemos. Reservamos.
Vertemos en una cacerola el resto de la leche y la nata líquida, y la ponemos a fuego medio. Cuando esté a punto de hervir bajamos un poco el fuego y añadimos el queso crema, el azúcar y la cuajada. Removemos bien hasta asegurarnos de que no quedan grumos y vertemos la mezcla sobre la base de galletas. Dejamos enfriar un poco y después terminamos de enfriar en el frigorífico.
Cuando la tarta esté fría echamos por encima cobertura de mermelada, extendiéndola bien por toda la superficie. Si queremos un aspecto más visual podemos triturar la mermelada y añadirle gelatina neutra, previamente hidratada en agua fría. Removemos bien y vertemos sobre la tarta. Después, dejamos en el frigorífico que termine de coger cuerpo. Cuando vayamos a servir, desmoldamos y emplatamos. ¡Deliciosa!
Fuente: Recetario-Cocina.com
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