Calathea louisae
Nombre común: Calatea
Pertenece a la familia Marantaceae, repleta de exóticas plantas de imponente encanto, de la que puede decirse qué posee géneros y especies ampliamente distribuidas en las regiones tropicales y subtropicales de América.
Están presentes en los márgenes de selvas lluviosas y en claros de bosques o tierras húmedas. Determinadas especies se reservan para el botánico experto, dado la extremada dificultad de su cultivo.
En el caso de la Calathea louisae es más tolerante con situaciones de interior, aunque es fundamental que reúna unas condiciones óptimas, esto es, que disponga de una iluminación adecuada y facilitarle una elevada humedad ambiental por cualquier método.
Esta especie posee unas delicadas hojas de extraordinario color verde oscuro, con el centro de la hoja decorada con dibujos irregulares a lo largo del nervio central de color verde esmeralda.
Los bordes de las hojas son ondulados y la cara posterior está totalmente teñida de color rojo negruzco.
La aparición de nuevos híbridos, hace que cada vez se pueda encontrar mayor cantidad de plantas con una gran riqueza de dibujos de espléndida tonalidad.
Su enemigo principal es la falta de humedad que perjudica terriblemente a las hojas.
Cuando las temperaturas sean altas hay que incrementar el nivel de humedad para evitar que los bordes de las hojas se sequen, pulverizándola diariamente con agua libre de cal y si es posible algo atemperada.
No tolera el exceso de calor ni el frío, por lo que difícilmente se dará en el exterior, pero será feliz en una galería cerrada con una situación luminosa pero sin sol.
Estas son plantas delicadas y no toleran la incidencia directa del sol, ya que puede quemar sus hojas muy rápidamente.
Esta especie es más frecuente que nos pueda sorprender con su floración en interior, siempre que cuidemos de sus exigencias, con un ambiente lo más similar que se pueda al que se daría en un invernadero.
Las pequeñas flores aparecen en verano en inflorescencias en forma de cono de color blanco verdoso.
El riego del sustrato ha de ser abundante en verano y menos intenso de noviembre a marzo (hemisferio norte).
Su enemigo principal es la falta de humedad que perjudica terriblemente a las hojas.
Cuando las temperaturas sean altas hay que incrementar el nivel de humedad para evitar que los bordes de las hojas se sequen, pulverizándola diariamente con agua libre de cal y si es posible algo atemperada.
No tolera el exceso de calor ni el frío, por lo que difícilmente se dará en el exterior, pero será feliz en una galería cerrada con una situación luminosa pero sin sol.
Estas son plantas delicadas y no toleran la incidencia directa del sol, ya que puede quemar sus hojas muy rápidamente.
Esta especie es más frecuente que nos pueda sorprender con su floración en interior, siempre que cuidemos de sus exigencias, con un ambiente lo más similar que se pueda al que se daría en un invernadero.
Las pequeñas flores aparecen en verano en inflorescencias en forma de cono de color blanco verdoso.
El riego del sustrato ha de ser abundante en verano y menos intenso de noviembre a marzo (hemisferio norte).
El sustrato debe ser ligero y algo ácido y nunca hay que permitir que llegue a secarse o a compactarse.
El procedimiento que se sigue para hacerse con nuevas plantas, es mediante división de las matas maduras en primavera.
Cada sección de planta debe tener raíces y brotes para seguir creciendo; se mantiene a una temperatura cálida y constante humedad hasta que la planta esté bien establecida.
Fuente: Plantas y flores
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