Menta Piperita: Siembra, Cuidados, Riego Y Suelo


Menta Piperita: Siembra, Cuidados, Riego Y Suelo

Producto del cruce de la menta acuática con la hierbabuena, la menta piperita es una especie herbácea comestible bastante difundida en las áreas templadas del mundo, y cuya riqueza aromática y refrescante la hacen muy preciada para su uso con fines gastronómicos, cosméticos y medicinales. Dado que no requiere demasiado trabajo para su cultivo y mantenimiento, resulta una de las especies ideales para quienes se inician en el arte de la jardinería.

Como puede verse en la imagen, la menta piperita se caracteriza por poseer tallos ligeramente vellosos y muy ramificados, de entre 30 y 70 cm de altura de sección cuadrangular. Presenta hojas pecioladas, opuestas, ovaladas, de unos 7 centímetros de largo por 4 cm de ancho, con el ápice agudo y los márgenes dentados.

El suelo más adecuado para esta planta debe ser bastante húmedo, con niveles normales de nutrientes minerales y con una exposición a la luz solar que no supere las cuatro o seis horas diarias. Es conveniente que el riego, que debe hacerse en forma regular, tenga lugar durante las primeras horas de la mañana o al atardecer.

Por tratarse de un híbrido estéril, la menta piperita se reproduce casi exclusivamente por propagación vegetativa natural a partir de rizomas subterráneos a través de los cuales puede expandirse con mucha rapidez si no se tiene cuidado, hasta llegar a convertirse en una mala hierba.



Para evitar estos inconvenientes “invasivos”, se aconseja plantar la menta piperita en un cubo contenedor que luego se entierra en el jardín, o en su defecto recortarla con cierta frecuencia.

Además de los brotes laterales subterráneos, esta planta también se propaga por esquejes obtenidos de dividir las matas jóvenes en primavera.

La menta piperita también puede cultivarse en macetas u otros recipientes con un buen drenaje, aunque en ese caso pueden llegar a requerir una aplicación mensual de abono líquido durante su desarrollo, además de mayores riegos durante el verano.

Los trabajos de poda en este híbrido no sólo permiten controlar su propagación y crecimiento excesivo, sino que los recortes después de la floración también ayudan a que la planta tenga un desarrollo sano y sus tallos no se hagan leñosos. La poda durante el verano ayuda, además, a que la menta piperita desarrolle hojas nuevas.



En cuanto a la técnica de recolección de la menta piperita para el aprovechamiento de sus bondades culinarias, medicinales o aromáticas, se acostumbra cortarla a ras del suelo, y las hojas tiernas y flores se separan del tallo rápidamente, para evitar la dispersión de sus principios activos. Cuando sólo se desea aprovechar un ramito, se suele cortar con una tijera un tallo por encima de una yema, para que la planta pueda seguir con su desarrollo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario