Cómo combatir la plaga de araña roja en las plantas
Otro insecto frecuente en tus plantas con la llegada del buen tiempo. En esta ocasión no es un insecto sino un ácaro el protagonista: la araña roja. Este arácnido, gracias a su minúsculo tamaño pasará prácticamente desapercibida mientras se alimenta. A continuación vamos a ver cómo descubrirla y eliminar esta plaga.
Estas arañitas suelen ser de tonos rojizos, de ahí su apelativo. Pero entrado el verano su color puede virar también a marrón o verde. Quizás puedas verlas sobre las hojas… lo más probable, sin embargo, es que no; antes de descubrirlas observarás todos o alguno de los síntomas provocados en la planta. ¿Cuáles son? Vamos a ello.
La araña roja forma la colonia en el envés de las hojas, allí se siente más protegida y es donde se alimenta succionando sus jugos celulares. Si miras con atención verás las manchas formadas por los individuos o las pequeñas telarañas que usan para desplazarse y protegerse.
Pero llegar a este punto suele ser consecuencia de otras evidencias. La parte superior de las hojas, mucho más visible, es la que suele darnos las primeras pistas: puntos cloróticos (amarillos), como reflejo de sus hábitos alimentarios, que van agrupándose formando manchas más compactas. El resultado final es que estas hojas se deforman, se secan y se caen.
Prevenir la araña roja
La araña roja se ve favorecida por el calor y la falta de humedad, por eso es en el verano cuando deberás prestar mayor atención. Ten en cuenta, no obstante, que en el interior de casa o en invernaderos estas condiciones se dan durante todo el año.
La araña roja se ve favorecida por el calor y la falta de humedad, por eso es en el verano cuando deberás prestar mayor atención. Ten en cuenta, no obstante, que en el interior de casa o en invernaderos estas condiciones se dan durante todo el año.
Estudiando al enemigo podemos imaginar sus debilidades ¿no te parece…?
- Escoge especies o variedades resistentes a plagas y enfermedades: las plantas autóctonas o aclimatadas a la zona de cultivo siempre ofrecen más garantías de oposición a estos fitófagos.
- Evita la proliferación de mala hierba: las plantas espontáneas pueden ser un reservorio para algunas plagas.
- Riega correctamente: si las plantas sufren de estrés hídrico son más susceptibles al ataque de parásitos oportunistas. Recuerda igualmente que aún es más perjudicial que te excedas.
- Abona adecuadamente: por la misma razón las plantas mal nutridas serán más propensas al ataque de insectos, ácaros u hongos. El exceso de nitrógeno es todavía más negativo ya que favorece el desarrollo de tejidos demasiado blandos.
Lo has hecho todo bien pero igualmente la inoportuna araña roja aparece, ¿qué puedes hacer?
Esta plaga se multiplica rápidamente si se dan las circunstancias favorables. Para empezar puedes intentar poner en práctica lo visto anteriormente: remojar reiteradamente las zonas afectadas puede bastar para frenar el problema y hacer que poco a poco desaparezca.
Por su puesto, la retirada manual si la colonia está muy localizada es también de las primeras praxis que debes tener en consideración.
Tratamientos recomendados
- Jabón potásico: no provoca toxicidad en animales de compañía ni seres humanos (respetuoso con el medio ambiente). Actúa reblandeciendo el exoesqueleto de los individuos. Es de los primeros que deberías tener en consideración.
- Aceite de neem: es un tratamiento natural que funciona con un gran número de plagas. Se puede utilizar solo o a continuación del jabón potásico para potenciar sus efectos.
- Azufre: espolvorear azufre no solo sirve para prevenir y frenar hongos como el oídio sino que además es un fantástico acaricida.
Hay otros preparados que puedes utilizar posiblemente con una acción más potente que los anteriores… pero considero que para un uso normal en jardinería los mencionados cumplen sobradamente, sin los problemas derivados del uso de ciertas materias activas.
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