- Un tarro de conservas sin la tapa, el cual ya habremos limpiado y quitado la etiqueta.
- Cuerda de sisal o parecida.
- Piedras (yo las he cogido del campo, pero en muchas tiendas de decoración o bazares chinos las venden y no cuestan más de dos euros)
- Una vela pequeña y plana.
Luego llenaremos el tarro con las piedras y encima de ellas colocaremos la velita, y listo, ya tenemos nuestro portavelas.
Ahora solo falta colocarlo en el rincón que más nos guste de la casa.
También podemos cambiar la cuerda de sisal por cinta de raso, las piedras de colores, el tamaño del tarro...como más os guste.
Fuente: ROCCO EN MI SOFA
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