Clivia Miniata





Clivia
Clivia miniata

Clivia

Clivia


- Nombre científico o latino: Clivia miniata

- Nombre común o vulgar: Clivia.

- Familia: Amaryllidaceae (Amarilidáceas).

- Origen: Sudáfrica.

- Etimología: el nombre genérico deriva del de la señora Clive, duquesa de Northumberland.

- Planta herbácea de raíces carnosas.

- Alcanza a 50 cm de altura.

- Las hojas son planas, gruesas y trenzadas, con un color verde oscuro muy típico.

- Posee grandes flores de color anaranjado.

- Las flores nacen en el extremo de un tallo floral a finales de invierno o principio de la primavera y la floración continúa hasta mitad del verano.

- Después de la floración aparece un fruto de bayas verdes y en la madurez de color rojo vivo que adorna la planta durante el invierno.

- La Clivia es una planta muy resistente y sencilla para cultivar los aficionados principiantes.

- Muy popular como planta de interior. Se cultiva en jardines por la belleza de sus flores en climas cálidos, subtropicales y mediterráneos.

- Da resultados excelentes en patios de climas benignos.

- Luz: buena iluminación, pero jamás al sol, siempre a la sombra.

- Temperaturas: debe protegerse de las heladas. La clivia pierde las hojas a -2ºC, pero resiste hasta -7ºC, rebrotando en primavera.

- Al ser poco resistente al frío, resulta adecuada para maceteros o jardineras en interior.

- Humedad: tolera el aire seco. No soporta la calefacción.

- Plantación en maceta pequeña, ya que se da la curiosidad de que florece mejor con las raíces comprimidas, al revés que la inmensa mayoría de plantas.

- Riegos abundantes durante la floración (al menos una vez a la semana) pero sin encharcar la planta. Sufre por excesos de riego.

- Si se desea una floración espectacular, debe tener un plan de riegos parecido al de los cactus: pasar sed en invierno y reanudar el riego en primavera.

- Las hojas carnosas almacenan suficiente agua para que la planta no muera de sed en invierno.

- Abonado: en la época de máxima actividad vegetativa se abonará quincenalmente, con un abono completo, que incluya microelementos a poder ser.

- Limpieza: de vez en cuando hay que limpiar el polvo de las hojas con un paño húmedo o una esponja empapada en agua tibia. No usar abrillantadores.

- Cortar las inflorescencias marchitas para impedir la fructificación que es decorativa, pero desgasta mucho.

- Multiplicación: se efectúa por división de los retoños laterales cuando éstos aparecen al lado de la cepa madre, y tienen 4 ó 5 hojas.

- División de matas en primavera, tras la floración.

- Mediante la reproducción por semillas tardará más tiempo en florecer que si se multiplica por división de retoños.

- Una vez maduras las semillas, se deben sembrar rápidamente , ya que el poder germinativo disminuye rápidamente a partir de los 2 meses.

- La siembra se realiza en bandejas, siendo las multilóculos las más aconsejables para evitar los daños en la raíz al trasplante, o en macetas de 6-7 cm, sobre sustrato esterilizado de turba enriquecida y arena.

- Se cubren ligeramente las semillas y se coloca un cristal sobre la bandeja para mantener la humedad. Requiere una temperatura en el sustrato de unos 20 ºC. La germinación se produce al mes o mes y medio.

- Trasplante: el primero se realiza a los 12-15 meses de la siembra a macetas de 10 cm y el segundo a los 24-28 meses a macetas de 14 cm

- PLAGAS, ENFERMEDADES Y TRASTORNOS DE LA CLIVIA

- Cochinilla algodonosa (Pseudococcus citri): es la plaga más frecuente. Suele atacar a la base de las hojas, donde se aloja, dificultando así su eliminación. Eliminarlas a mano con un algodón empapado en alcohol metílico. Pueden realizarse tratamientos a base de malation o dimetoato.

- Colletotrichum cliviae es un hongo que ataca a la clivia formando manchas pardas en líneas a lo largo de las hojas y se combate eficazmente con oxicloruro de cobre, zineb o captan.

- Roya: también pueden aparecer manchas rojizas por ataque del hongo Roya. Tratamiento con fungicida.

- Entre los trastornos, son frecuentes las quemadoras por rayos solares, que provocan el amarillamiento y la deshidratación de las hojas.

- En este caso habrá que proteger a la planta del sol y aumentar la humedad ambiental.

- Carencias de elementos: el amarilleamiento también puede producirse por carencia de nutrientes.

- No hay que preocuparse si no florece al año siguiente de haberla plantado puesto que florece mejor cuando las raíces se encuentran comprimidas.

- Por este motivo, nunca debemos cambiar la planta de maceta, a menos que esté excesivamente llena por la presencia de nuevos brotes. Además, es una forma de tener varias flores en una sola maceta.



Fuente: INFOJARDIN

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